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MÉRIDA, Yuc., 25 de febrero de 2021.- “Que no los ignoren” porque son quienes están en la línea de fuego y han salvado cientos de vidas durante la pandemia, pidió el señor José Canales Rubio, padre del médico pediatra intensivista José Carlos Canales Rincón, fallecido el pasado 20 de febrero a causa del Covid 19, cuando aún esperaba turno para ser vacunado contra esta enfermedad.
En entrevista exclusiva con Quadratín, el señor Canales Rubio recordó que su hijo, de 33 años, quien perdió la vida a los 33 años, decidió ser médico desde que se encontraba estudiando el segundo grado de primaria, meta que alcanzó con el arduo trabajo y la disciplina que lo caracterizaban.
José Carlos estudió la licenciatura en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY). Al finalizar esta etapa de su vida académica y en busca de seguirse preparando, emigró a Puebla para especializarse como pediatra y fue en esta misma ciudad donde cursó una sub especialidad en pediatría intensiva, de la cual se graduó con el segundo mejor promedio a nivel nacional.
“Todavía a fines de febrero del año pasado fuimos a verlo para recoger su reconocimiento y regresamos a Mérida, porque él quería trabajar aquí en Mérida para su gente, pero realmente le duró muy poco el gusto y no hay palabras para describir lo que estamos pasando ahora mi esposa y yo, estoy muy orgulloso de todos los logros que tuvo”.
En los apenas 11 meses que José Carlos tuvo oportunidad de ejercer su profesión, prestó sus servicios en el Centro Médico Pensiones y el Hospital Faro del Mayab de Mérida, sin embargo, también trabajó en el sector público como personal del área Covid del Hospital Regional Mérida ISSSTE, entregando “cuerpo y alma” para enfrentar la pandemia de Coronavirus.
“Andaba por todos los hospitales, yendo y viniendo (…) a donde lo llamaran, mi hijo ahí estaba (…) no me cabía en el pecho el orgullo por tener un hijo con todos esos logros y ver cómo estaba luchando era preocupante, no se imagina cuánto le preocupa a un padre ver que su hijo se está arriesgando de esa manera y que no haya respuesta para que puedan tener una protección mayor”.
El médico pediatra Canales Rincón ejerció cada día de la pandemia, hasta que le fue diagnosticado Covid 19, después de mantener contacto con un paciente que se encontraba infectado.
Después de eso, su estado de salud se fue deteriorando y a pesar de todos los esfuerzos empleados por sus compañeros, colegas y amigos, quienes hicieron todo lo posible por salvar su vida, José Carlos falleció por complicaciones derivadas del Coronavirus el pasado 20 de febrero en la ciudad de Mérida, en el marco de una campaña de vacunación que ha excluido a los trabajadores de la salud que no laboran en instituciones públicas.
“Existe mucho enojo de parte de un servidor, mucha frustración, toda una serie de sentimientos encontrados (…) mi hijo le comentó a su mamá que posiblemente le tocara la vacuna a finales de enero, pero se enfermó antes, nunca llegó esa vacuna”.
En ese sentido, el señor José Canales exigió a las autoridades estatales y federales “que no los ignoren”, ya que sin importar si se trata de un trabajador de la salud de una institución pública o privada, todos son personas que están arriesgando su vida.
“Ya mi hijo se fue y eso no tiene solución, pero hay muchos más que siguen arriesgando su vida, todos los que arriesgaron la vida por salvar la de mi hijo, no se vale que no estén vacunados, no se vale”.
Por último, el afligido padre reveló que a José Carlos Canales Rincón le sobrevive una esposa, una hija menor, un hermano y dos padres, quienes todavía se encuentran “devastados” por la irreparable pérdida.
Sin embargo, en los últimos días han sentido el respaldo y el cariño de los trabajadores de la salud que compartieron tiempo con él en los pasillos de los hospitales, donde dejó una huella que no se podrá borrar.