Fibras que hablan en el Museo de los Ferrocarriles
CIUDAD DE MÉXICO, 27 de febrero de 2021.- Los mexicas no fueron un pueblo bárbaro, tampoco se asentaron en el Lago de Texcoco al ver un águila sobre un nopal, ésta no devoraba una serpiente y sigue sin probarse de dónde provenían, aseguró el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma.
De acuerdo con la máxima casa de estudios, el doctor Honoris causa por la Universidad Nacional ofreció una clase magistral como parte del ciclo “Grandes Maestros”, organizada por Cultura UNAM, con lo cual esta casa de estudios se suma al programa “México 500”, cuyo objetivo es reflexionar respecto a los sucesos que hace cinco siglos transformaron el devenir histórico de México-Tenochtitlan.
En la primera de tres clases que conforman el ciclo, el fundador y director del Proyecto Templo Mayor detalló que las fuentes históricas revelaron importantes hechos sobre la fundación de las ciudades mexicas que fueron admiradas por los españoles: Tenochtitlan y Tlatelolco.
“Por lo general, muchos mitos de diversos pueblos se crean a partir de un hecho real, que es tan importante que entonces se mitifica. Lo que es combate entre hombres se convierte en lucha entre dioses”, comentó el ganador del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2007.
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