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MÉRIDA, Yuc., 13 de marzo de 2021.- En un elefante blanco se ha convertido el Centro de Justicia para la Mujer, pues no se brinda la atención integral a las víctimas de violencia ni tampoco se abona a que las denuncias se pongan de manera inmediata, aseguró la investigadora en temas de género, Rocío Quintal López.
En entrevista para Quadratín la académica de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) enfatizó que el objetivo de este Centro es que quienes acudan puedan contar con atención médica, psicológica, legal y hasta con apoyo de guardería las 24 horas del día, sin embargo, esto no sucede, pues en horarios de guardia, el personal es mínimo y las víctimas sufren todo un calvario.
“La atención integral no se está dando, hablar de psicólogo es un lujo (en horarios de guardia), a esa hora se puede dar una terapia de contención y si a eso le sumas que las carpetas de investigación o averiguación duermen el sueño de los justos, porque en el caso de Yazmín, había un expediente desde 2015 y el agresor seguía libre hasta la noche del miércoles”.
Como ejemplo de ello, Quintal López recordó que el pasado miércoles acompañó a Yazmín, la mujer agredida por su expareja en Bosques del Poniente, al estar en el lugar, notó la presencia de otra víctima de la violencia que llegó con la cara ensangrentada y a quién le pidieron ir primero a un hospital o clínica a que la atendieran y alguien llegaría hasta ese lugar para tomar su declaración.
Al hablar con Patricia Gamboa Wong, directora del Centro de Justicia, relató, le hizo saber estas deficiencias y la propia titular de esta instancia le confirmó que “la médica que atiende tiene un horario, en las guardias se apoyan con un botiquín, esto es inaudito”.
Burocracia y falta de atención desalientan a víctimas
En palabras de Rocío Quintal, la desatención, negligencia y omisión desalienta a las mujeres y deciden no presentar la denuncia contra su agresor, pues además de que son lentos, las hacen dar muchas vueltas para poder continuar con el proceso, lo que las llega a cansar.
“La desatención, negligencia y omisión hacia las mujeres que viven violencia en Yucatán, los vuelve cómplices de la violencia; esta burocracia y falta de interés real por las mujeres que viven violencia les allana el camino a los feminicidas”, sentenció.
La investigadora señaló que, más que hablar de las personas que supuestamente atienden, deberían dar a conocer de cuántas personas no han atendido y cuántas denuncias no han sido consignadas “porque las mujeres se cansan de regresar por la impunidad del propio sistema”.