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MÉRIDA, Yuc., 4 de mayo de 2021.- La tragedia sucedida el pasado lunes en la Línea 12 de la Ciudad de México “es una prueba más” de que la corrupción y “el capricho de las autoridades” puede acabar con la vida de muchas personas, advirtieron activistas y defensores de los derechos humanos en Yucatán.
“Lo lamentamos mucho, aunque no esperamos mucho de este gobierno, porque el escudo que ha generado con la frase de ‘tenemos otros datos’, pues ya vimos finalmente en qué consisten esos datos, estos tal vez son los datos que no habían demostrado, estamos muy tristes por esto, porque además demuestra que tenemos razón de que la Península de Yucatán está en un riesgo mayor que lo que sucedió en la Ciudad de México”, señaló en entrevista con Quadratín, Pedro Uc Be, de la Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch Xíinbal.
Y es que la empresa responsable de la construcción de la mencionada vía en 2012, estuvo a cargo del grupo Ingenieros Civiles Asociados (ICA), empresa que recibió la adjudicación directa por parte del Gobierno de México, para la construcción del tramo Izamal-Cancún del Tren Maya, uno de los principales proyectos impulsados por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo, desde la presentación de la propuesta para este proyecto que pretende recorrer los estados de Campeche, Yucatán, Quintana Roo, Chiapas y Tabasco, distintos frentes han denunciado el riesgo que corre la biodiversidad de la región y el mismo proyecto, ya que el tipo de suelo con el que cuenta la península no es apto para el paso de un tren rápido, como el que se pretende circule por las vías del Tren Maya
“Si queremos hacer algunas analogías, en el metro de la Ciudad de México también se manifestaron personas con inconformidad sobre esto y se avisó sobre muchas situaciones en la que se podía generar una desgracia, que lamentablemente hoy se dio, nosotros hemos estado también manifestando la posible desgracia y la destrucción que se generaría en la Península de Yucatán por este megaproyecto ¿qué es lo que hemos encontrado? oídos sordos, defensa de lo indefendible y descalificación”, comentó Uc Be.
“Nosotros hemos dicho que este proyecto, lo único que va a generar es una desgracia aquí en la Península, en muchos sentidos, pero además quienes están construyendo este proyecto, son los mismos que construyeron ese metro, son las mismas empresas, son las mismas personas, es el mismo capricho, es el mismo autoritarismo y la corrupción”, agregó.
Por su parte, Roberto Sánchez, de la organización por la defensa de los derechos humanos, Kanan, argumentó que el proyecto del gobierno federal está plagado de desinformación y omisiones que la propia autoridad tiene que tomar en cuenta para evitar daños a la vida de las personas y la integridad del medio ambiente.
“Deja muy en claro lo que podríamos esperar en ese sentido, ICA y Carso tienen un largo historial (…) y la relación tan cercana que guarda el gobierno con estas empresas creo que también es un factor que hay que tomar en cuenta, sobre qué tanto es el capricho del gobierno en cuanto a la ejecución de estos proyectos”, mencionó a Quadratín.
Finalmente, añadió que ante la improvisación, la falta de planeación y sobre todo “la participación de estas mismas empresas”, el Tren Maya obliga a dudar sobre la viabilidad de un proyecto de tal envergadura: “lamento el hecho sucedido en la ciudad de México, deja claro que la corrupción, la ineficacia de las instituciones y la falta de un estado de derecho, puede generar este tipo de tragedias”.
Quadratín también se puso en contacto con José Koyoc, del colectivo indigenista Chuun T’aan Maya, sin embargo, este último se negó a emitir un comentario en contra del proyecto.