Prevén ambiente fresco y posibles chubascos en la Península de Yucatán
MÉRIDA, Yuc., 14 de junio de 2021 .- El cambio climático provoca que la Península de Yucatán presente un proceso de semi desertificación, es decir, una degradación de la calidad física, química y biológica de los suelos poniendo en peligro la biodiversidad y la supervivencia de las comunidades, advirtió el especialista de la Unidad Mérida del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), Romeo de Coss Gómez.
Las graves inundaciones registradas en el 2020 en la Península de Yucatán a consecuencia de las tormentas tropicales “Amanda” y “Cristóbal”, demuestran como el cambio climático pone en riesgo la integridad ambiental de la zona y del país en su conjunto, ya que esta área es fundamental para la captura de carbono y la recarga de agua a nivel nacional, advirtió Greenpeace México.
En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, la organización recordó que los estados de Campeche, Yucatán y Quintana Roo, que integran la Península de Yucatán, destacan por ser zonas prioritarias para la conservación de la biodiversidad e importantes sumideros de carbono y constituyen la principal reserva de aguas subterráneas en México con cuatro grandes acuíferos de recarga, que representan un tercio de las recargas de agua dulce en el país.
De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en este 2021 el cambio climático también se manifiesta en la sequía de la región de Yucatán. Debido al ingreso de suradas en la entidad, que son vientos que van a los 50 kilómetros por hora, favorece a disminuir las sequías; y las precipitaciones han estado por debajo del promedio en regiones del noroeste y noreste de la República Mexicana; cercanas a la media en el resto del país, y por arriba del promedio en porciones del sur de México.
El profesor emérito de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), advirtió que la Península de Yucatán ha sufrido diferentes efectos del cambio climático. En los cultivos causó modificaciones en los tiempos de siembra y cosecha, mientras que en la zona costera las variaciones del clima afectaron la dinámica de pesca y biodiversidad, además de sequías.
“Las sequías pueden traducirse en una mayor incidencia en el número de incendios, enfermedades en el ganado, problemas de demanda de agua, enfermedades gastrointestinales e islas de calor”, agregó.
Otro punto muy importante, dijo, es el impacto en la salud humana pues el calor de ahora es mucho más intenso que el de hace unos años y las temperaturas extremas, tanto altas como bajas, pueden causar disturbios fisiológicos y daños a diferentes órganos, provocando enfermedad o la muerte en los seres humanos.