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CIUDAD DE MÉXICO, 10 de julio de 2021.- La muerte de Juan Pablo, de 24 años de edad, no será una estadística más, su fallecimiento da esperanza a más de 100 personas que se verán beneficiadas con los órganos del joven, que su familia decidió donar.
Juan Pablo presentó muerte cerebral tras recibir, en un asalto, un impacto de bala en el abdomen cuando acudió a un supermercado en el municipio de Temixco, en Morelos.
La víctima presentó un edema cerebral severo que le provocó la muerte cerebral. Lo llevaron al Hospital General Regional con Medicina Familiar Número 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de Cuernavaca, Morelos, indicó la directora Delia Gamboa.
Médicos y enfermeras hicieron una valla humana para despedir, entre aplausos y reconocimientos, a Juan Pablo, cuya familia decidió donar sus órganos.
Juan Pablo donó el corazón, el hígado, los dos riñones, dos córneas, tejido, piel y músculo esquelético, beneficiando a más de 106 personas.
El corazón fue trasladado a la Unidad de Alta Especialidad (UMAE) del Hospital General y trasplantado el miércoles 7, informó Gamboa, y el hígado se llevó al Hospital de Especialidades, ambos en el Centro Médico Nacional “La Raza”.
Los riñones y corneas fueron enviados al UMAE de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS, y el tejido, músculo esquelético y piel serán procesados en el Banco de Tejidos del Estado de México, beneficiando a un centenar de personas.
Una enfermera leyó la carta que escribió la madre de Juan Pablo para despedirlo y permitir la primera operación multiorgánica, publicó El Universal, junto con el video de la emotiva despedida:
“Amigos, mi hijo es grande. Mi hijo sigue dando amor y quiero gritarlo. Me lo arrebataron con una bala, pero ni así destruyeron el hermoso espíritu de mi bebé. Amigos, el día de hoy, el mayor de mis hijos, un ser maravilloso que me dio solamente amor y motivos de orgullo, está dando vida a más personas”.
“Está dando oportunidad de que otros cumplan sus sueños y logren metas. Mi hijo ya no podrá cumplir sus sueños, pero gracias a él otros tendrán salud”, leyó la enfermera frente al cuerpo del joven, antes de meterlo al quirófano.
“Hoy mi hijo está renaciendo en más seres humanos. Mi hijo es tan grande que, aunque ya no esté conmigo, sigue y seguirá haciendo cosas grandes. Su hermoso corazón está literalmente volviendo a latir con fuerza en alguna persona que necesitaba uno, sus pulmones, sus riñones, sus córneas, su hígado, su intestino, su piel, sus músculos. Todo lo que la ciencia permite hoy volver a utilizar en otro ser humano está siendo trasplantado en infinidad de lugares en este país”, concluyó la misiva.
Con información de Proceso