El agua, un derecho del pueblo
¡Cuándo dirán la verdad?
La revelación es escalofriante.
Habla del tamaño de la tragedia que viene y que parece seguir oculta para la mayoría de los mexicanos; de los ciudadanos de a pie.
Y es que según lo reveló a Itinerario Político unos proveedores médicos del gobierno federal, la administración de López Obrador habría iniciado una licitación para adquirir “un millón de bolsas cadavéricas”.
Sí, escuchó usted bien: “un millón de bolsas cadavéricas” que pretende comprar el gobierno de AMLO y que serían distribuidas en los hospitales públicos y privados de todo el país.
Por eso, frente a la escalofriante noticia, aparecen las preguntas.
¿Para qué compraría el gobierno federal un millón de bolsas para cadáveres, en lugar de intensificar la prevención y atención de contagiados de Covid-19, que son abandonados en todo el país?
¿Será que el gobierno federal sabe que perderán la vida un millón de mexicanos, a causa de la pandemia de Covid-19?
¿A quién se le ocurre gastar tal cantidad de dinero, en comprar bolsas cadavéricas, si no es esa la estimación oficial del número de ciudadanos que perderán la vida a lo largo de la pandemia en México?
¿O es que asistimos a una guerra que, según las cifras oficiales, costará la escandalosa cifra de un millón de muertos?
Es decir, que frente a la magnitud del cálculo oficial de muertos por el Covid-19, queda muy lejos la violencia criminal en los gobiernos de Calderón y Peña y hasta crímenes de alta rentabilidad política para Morena y sus fundadores, como “Los 43” y “La guardería ABC”
En pocas palabras, resulta que si el gobierno federal calcula en un millón el número de víctimas del Covid-19, en una población de 120 millones de personas –entre hombres, mujeres, viejos, jóvenes y niños–, estaríamos hablando de casi el 1 % de la población total.
Lo macabro del tema es que, en el supuesto de que el número de víctimas mortales en México llegue al millón, aún así estaríamos por debajo de las estimaciones que ha dado a conocer Hugo López Gatell.
¿Por qué?
Porque si hacemos memoria, el pasado 27 de febrero, al dar el reporte sobre la evolución de la pandemia en México, López Gatell dijo que “el Coronavirus podría infectar hasta el 70 por ciento de la población mexicana”.
Así lo detalló: “Hay estimaciones de que se podría llegar a tener hasta el 70% de la población infectada. Es decir, de aproximadamente 120 millones de habitantes, habría de 75 a 78 millones infectados, de los cuales cerca del 10 o 12% podrían tener síntomas y sólo de 2 a 5% podrían tener la enfermedad grave”.
De esos 2 a 5 % de infectados que podrían tener la enfermedad grave –porcentaje que significa entre 1.5 millones y 3.5 millones de ciudadanos que estarían en calidad de enfermos graves–, encaja perfectamente la posibilidad de un millón de muertos; casualmente la misma cantidad de “bolsas cadavéricas” que busca comprar el gobierno de AMLO.
Es decir, que a pesar de que por todas partes el gobierno de López Obrador pretende ocultar la gravedad de la pandemia, esa gravedad asomó por el lugar menos esperado; por la licitación de “bolsas cadavérica”.
Por eso debemos volver a las preguntas.
¿Quién y/o qué gobierno o qué institución compraría un millón de “bolsas cadavéricas” si el número de víctimas mortales de Covid-19 no será significativo?
Lo cierto es que el gobierno de López Obrador sabe perfectamente el tamaño de la pandemia y el impacto en la vida de millones de mexicanos. Pero, sobre todo, sabe que la pandemia lo ratificará como el peor gobierno de la historia.
Por eso el gobierno de AMLO oculta la información. Y, por eso, ya trabaja en la compra de un millón de “bolsas cadavéricas”.
Pero ¿qué es una “bolsa cadavérica”?
Se trata de bolsas plásticas –a veces de color negro y a veces blanco–, en las que son “embolsados” los cadáveres con algún contagio, para ser trasladados desde el lugar de hospitalización hasta los hornos crematorios.
Son bolsas con características especiales, que aíslan el cadáver durante su transportación, del hospital al lugar de la cremación, para impedir la propagación de los gérmenes patógenos que ocasionaron la muerte.
En pocas palabras, el gobierno de López Obrador sabe que el número de muertos por Covid-19 podría llegar a un millón de personas. Y, por eso, la orden de clasificar muchos casos como “pulmonía atípica”.
¿Hasta cuándo dirán la verdad, en el gobierno de AMLO, en el Congreso con mayoría de Morena, en la CNDH y en el Poder Judicial?
¿Seguirán actuando como criminales de Estado?
Al tiempo.