Reconocen a Carmen Díaz como miembro Numerario de AMIAC
CIUDAD DE MÉXICO., 23 de septiembre de 2021.- Sonidos como los de los tambores, el del organillero, los pregoneros, así como las trompetas, violines, guitarras y guitarrones de los mariachis, o las marimbas; maracas, pianos, guitarras eléctricas, baterías, órganos y sintetizadores, entre muchos otros, que se escuchan a lo largo y ancho del país en las calles, mercados públicos, en las fiestas de los pueblos y ciudades, y hasta en los desfiles escolares y militares, han formado parte del paisaje sonoro de México desde tiempos inmemoriales.
En toda sociedad la cultura es importante, porque en ella se plasma la identidad de una nación, y hacer un recorrido por los 200 años del México independiente obliga a la consulta de expertos que nos guíen por un rápido recuento de esos dos siglos en el cual se refleje la pluralidad nacional en lenguas indígenas, tradiciones, comidas y, por tanto, musical. México es tan diverso en su geografía interna y cultural, que impide hacer referencia a una población de una sola identidad.
“Hay muchas músicas, así como muchos méxicos; en dos siglos se halla una gran riqueza de música y sonidos, no sólo de pueblos originarios. Existen, incluso, lugares en la costa de Michoacán en donde la gente sigue interpretando la música de acuerdo a prácticas del siglo XVI”, declaró Lucero Enríquez Rubio, investigadora del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la UNAM en un comunicado de prensa.
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