Ofrecerán oportunidades de capacitación a afiliados de Canaco
MÉRIDA, Yuc., 8 de diciembre de 2021 .- En Yucatán, como en cualquier lugar del país, se acostumbra celebrar posadas durante el mes de diciembre desde el día 16 hasta el día 24 en el que se celebra la cena de Navidad. Pero justo antes, los yucatecos pasan con su “virgencita” de casa en casa cantando alegremente “La Ramada”.
Todo comienza cuando los niños y los padres se reúnen en una casa para adornar una rama de un árbol o una palma que adornarán con cadenas de papel de colores o luces, y una imagen de la Virgen de Guadalupe.
Y entonces cantan: “Me paro en la puerta, me quito el sombrero…. Ya se va la rama muy agradecida, porque en esta casa fue bien recibida”. Aunque también se canta (si no hay monedas) “ya se va la rama muy decepcionada, porque en esta casa no les dieron nada”.
Y aunque esta tradición es al aire libre, la iglesia católica, a través del párroco de la Pastoral de la Arquidiócesis de Yucatán, Jorge Martínez Ruz, hace un llamado a las familias yucatecas, evitar salir y no relajar las medidas adoptadas por las autoridades civiles y que se han asumido responsablemente hasta el día de hoy.
“Se les pide que estos eventos solo lo hagan con la familia nuclear y no soliciten mayor presencia de niños y niñas, puesto que se podría propiciar un ambiente con riesgo de contagio”, señaló.
Si bien, explicó que ambas tradiciones, ramadas y posadas, tienen su origen en la religión, particularmente, en el pasaje bíblico de la peregrinación de María y José en vísperas del nacimiento de Jesús, quienes pidieron posada de casa en casa la noche del alumbramiento.
Por lo anterior, explicó que guardan en sus símbolos significados que promueven el valor de la fraternidad, el amor y la alegría por las bendiciones recibidas.
“La mejor muestra de amor que le podemos ofrecer a la Santísima Virgen es guardar los mandamientos del Señor, amándolo con todo el corazón, con todas las fuerzas y con toda nuestra mente, y al prójimo como a uno mismo”, concluyó.