Claroscuro
¡LA “JUSTICIA BASURA” DE AMLO: AQUÍ LAS PRUEBAS!
Era un secreto a voces.
Era conocido por todos que desde Palacio y con el fiscal general como “ariete”, el presidente mexicano ha convertido en “basura” y “venganza” la impartición de la justicia.
Y, en el extremo opuesto, también era voz popular que desde lo más alto del poder se diseñó una cuidadosa y rentable estratagema para espiar tanto a “tirios” como a “troyanos”, para tener a la mano “misiles mediáticos” capaces de derribar “hasta al más pintado”
Por eso, repentinamente el fiscal general, Alejandro Gertz Manero, apareció como un vulgar manipulador de la justicia a favor de sus miserables venganzas, en escuchas difundidas desde Palacio.
Y por eso obliga preguntar: ¿Qué delito resultará más grave para catalizar la caída del fiscal general: torcer deliberadamente la ley o, en caso contrario, espiar al dizque impartidor de justicia convertido en “fiscal carnal”?
Y es que asistimos a una de las típicas venganzas orquestadas desde Palacio, de donde salieron las escuchas que exhibieron a Gertz Manero, justo días después del escándalo del cheque falso por 2 mil millones de pesos que hizo ver al presidente, López Obrador, como mentiroso y farsante.
El mensaje es claro: una “mano amiga” difundió en redes sociales un fragmento del espionaje a Gertz Manero, para que entienda que es hora de irse pues se ha convertido en un estorbo para los intereses de Palacio.
Pero lo más curioso es que todo lo revelado en la escucha ilegal era público: que el fiscal general utiliza su cargo para cobrar venganza personal contra Alejandra Cuevas, sobrina de Gertz Manero y quien a los 68 años está en prisión por el presunto crimen de su padrastro, Federico Gertz.
Lo cierto, sin embargo, es que desde hace décadas el espionaje ha sido instrumento privilegiado del líder social y dirigente opositor, López Obrador, no solo para lleva a cabo sus venganzas personales sino para ir un paso adelante de sus adversarios.
Y las pruebas de espionaje, venganza y “justicia basura” están a los ojos de todos. ¿Lo dudan?
1.- Queda claro que Alejandro Gertz Manero se había convertido en un dolor de cabeza para los operadores políticos de Palacio, no sólo por su probada corrupción sino por sus arrebatos personales. El escándalo familiar –la muerte de su hermano y la prisión para la hijastra de éste–, ya había confrontado a La Suprema Corte con Palacio, además de que la gota que derramó el vaso fue la desaseada entrega de un cheque sin fondos, por dos mil millones de pesos, que entregó el Fiscal al propio presidente Obrador dizque para pagar los premios de la rifa del avión presidencial.
Al final todo germinó en un “circo engañabobos” que retrató al presidente como lo que siempre ha sido; mentiroso y farsante.
2.- En los primeros meses del gobierno de López, otra “mano amiga” difundió entre columnistas a modo un paquete de supuesta información que hacía suponer que el ministro de la Corte, Eduardo Medina Mora había realizado transacciones millonarias a paraísos fiscales.
Nada de lo publicado era cierto, ya que se trató de un expediente alterado con cifras abultadas y nombres cambiados.
Sin embargo, el mensaje luego del escándalo mediático era claro: la renuncia del ministro Medina Mora, quien al final se fue en medio de una flagrante violación constitucional por parte del presidente Obrador quien, de esa forma, logró el control de La Corte.
3.- También en el primer año del gobierno de Obrador se ordenó y orquestó la persecución y encarcelamiento ilegal de Rosario Robles, la ex presidenta del PRD, ex jefa de gobierno del DF y artífice de la victoria de AMLO en el entonces GDF.
Se trata de una típica venganza política; un “castigo ejemplar” a todas luces ilegal, lanzado desde Palacio y que mandaba el mensaje del terror al que se enfrentarán quienes se atrevan a retar al tirano.
4.- Igual suerte han corrido el empresario Alonso Ancira y el abogado Juan Collado. En los dos casos fueron víctimas de una persecución rencorosa y vengativa desde Palacio para despojarlos de una apetitosa tajada de sus fortunas; trozo del pastel que se han repartido en lo alto del poder.
Y en ambos casos el artífice de la persecución fue el hoy ex consejero de la Presidencial, Julio Scherer Ibarra, quien montó una intriga palaciega junto con sus alfiles en La Corte, para cobrar venganza porque tanto el empresario como el abogado preso se manifestaron contra el entonces candidato presidencial López Obrador.
Hoy la extorsión contra Ancira y Collado es del dominio público y también en este caso han aparecido escuchas que las confirman.
5.- En su columna Estrictamente Personal del 23 de junio, titulada: “Espían a periodistas”, el columnista Raymundo Riva Palacio documentó el espionaje oficial ordenado desde Palacio a algunos de los periodistas críticos del gobierno y del presidente López.
No se trata de novedad alguna ya que desde los tiempos de opositor y jefe de gobierno del DF, la mayoría de columnistas críticos del tabasqueño se sabían espiados. Algunos de ellos, como Jorge Fernández Menéndez llegaron incluso a reclamarle de manera personal a Obrador sobre tal espionaje; exigencia que relató en una de sus columnas.
6.- En el informe 2021 sobre Estrategia Internacional de Control de Estupefacientes –(INCSR) por sus siglas en inglés–, que el pasado 2 de marzo entregó al Congreso el Departamento de Estado, de Estados Unidos, se advierte sobre el peligroso debilitamiento de la justicia en México, lo que ha permitido una peligrosa expansión de las bandas criminales.
Se trata de un documento histórico ya que, como nunca, el tono y el lenguaje del gobierno de Washington señalan a las cosas por su nombre; es decir, que el crimen organizado se ha apoderado de algunas posiciones de primer nivel en el gobierno mexicano.
7.- Y los ejemplos “del debilitamiento de la justicia” mexicana aparecieron apenas en las masacres de Michoacán y del estadio de fútbol de Querétaro; dos masacres en las que habrían muerto 17 personas en cada una y en donde el gobierno de Obrador intentó minimizar los hechos y, al mejor estilo dictatorial, culpó al pasado de lo ocurrido.
¿Hasta cuándo el Congreso y el Poder Judicial pondrán un alto al debilitamiento de la justicia en México? ¿Hasta cuándo la justicia basura del gobierno de López Obrador?
Al tiempo.