Salud mental y la pandemia

MÉRIDA, Yuc., 21 de mayo de 2022.- Este 20 de mayo se conmemoró el Día del Psicólogo en México, y es una ocasión más que pertinente para hablar sobre su trabajo y la salud mental, un tema que por muchos años estuvo rodeado de estigmas y prejuicios, pero que a últimas fechas ha tomado relevancia, sobre todo durante la pandemia y después de que varias figuras reconocidas a nivel mundial dijeran abiertamente que necesitan ayuda psicológica.

Gabriela Cervera, coordinadora del área de piscología de  UNASSE explica que la salud mental no está considerada una prioridad en temas de salud como lo es es el cáncer, diábetes y otras enfermedades, y esto ha ocasionado que la gente no tenga acceso a un servicio gratuito y de calidad para atenderse

Expuso que durante la panemia  los lugares que prestaban atención psicológica y psiquiatrica de manera gratuita, tuvieron que cerrar por las normas sanitarias, por lo que la gente se quedó sin un lugar a donde acudir, en un momento en donde los casos por ansiedad y depresión aumentaron considerablemente.

Comentó que hay una serie de prejuicios alrededor de la salud mental “existe la educación y cultura de que al psicólogo y al psiquiatra solo va la gente loca,  cuando en realidad podemos entregar herramientas a las personas para tener una buena calidad de vida, todos deberíamos ir al psicólogo”

“Acudir a terapia psicológica debería ser como ir al dentista cada 6 meses para ver como andan nuestas emociones, pero pasa que no se habla de lo que no se ve, y las emociones no se ven, se sienten, aunado a esto, sucede que nos da miedo hablar de nuestras emociones, exponernos y mostrarnos vulnerables porque es desnudar el alma y nadie quiere desnudarse”

Puntualizó que a partir de la pandemia se detonaron los casos de ansiedad y depresión, muchas veces ligados a casos los suicidios, y esto provocó un iIncremeto del 70 por ciento en la asistencia de personas al psicólogo, para poder sobrellevar la situación.

La psicóloga recomienda que todos acudan al psicólogo por lo menos una vez al año o cada seis meses para saber como estamos en el plano emocional, como una medida preventiva de trastornos, o padeciemientos.