Indicador Político
Partidos. El chantaje como incapacidad política
Teresa Gil
Pese al paro de unos, el legislativo no parará. Llevamos larga etapa de tipos berrinchudos, a los que todo les molesta y dejan sentir sus pataleos en cualquier momento. Lo grave en este caso, dado que el símil se aplica a los partidos de oposición, es que en esos berrinches está de por medio el dinero público. Decidir que quien recibe un pago por un trabajo que no hace y que ni siquiera asiste a su lugar de actividad debe ser sancionado, es un asunto de lógica y se ha expresado en medios en estos días, incluso desde la Presidencia. Si alguien no cumple con su encomienda, se va y punto y no se le paga. De su ausencia dependerá su inhabilitación. Ahí se presenta el orden jurídico. En todos estos años de la 4T, la ciudadanía ya está hasta el copete de esos chantajes; los hace el PAN constantemente, el MC con Alfarito y su grupillo de federalistas lo estuvieron haciendo, la pobre señora Tellez, la inversión pública más lamentable, los hace cada rato y ahora esos legisladores que decidieron cruzar los brazos, pero no la mano extendida a la hora de cobrar. Gobiernos y legisladores fueron electos por el pueblo, los segundos son representantes populares se supone, pero atrás están sus partidos. De las actitudes de aquellos frente al poder para seguir en vigencia, dependen las prerrogativas de éstos.
ALITO. EL CHANTAJE YA ES COMÚN COMO PALABRA Y ACTITUD EN EL PRI
A lo largo de su historia, el PRI ha vivido el chantaje interno, lo ha hecho y le ha llegado del exterior. Se han mencionado muchos casos, uno de ellos la salida de la Corriente Democrática, por ejemplo, que miembros del PRI calificaron como un berrinche de líderes que ya habían agotado su permanencia en el sistema. Entre esos casos, se habló de chantaje sobre la rebeldía de la sección de Nuevo León, ante la dirigencia del PRI nacional, en tiempos de Enrique Peña Nieto. Están los chantajes que les hizo el PAN en muchas ocasiones para aprobar sus iniciativas, de los que se desprende la actual polémica de los seis millones entregados por Emilio Lozoya a Ricardo Anaya. También el PAN presionó con chantaje en Guanajuato que concluyó en la llamada concertacesión. Los casos son muchos y los que está haciendo Alejandro Moreno Alito en este momento para aferrarse a la presidencia del PRI, es uno mas. Lo califican como un chantaje porque desde un nombramiento que lo cobija, se empeña en aferrarse frente al notorio rechazo de su permanencia. Precisamente Alito es el que hace los chantajes como los que encabezó en la pasada negativa de aprobar la ley eléctrica y ahora en la decisión de los brazos cruzados en el legislativo.
CHANTAJES A GRANEL DE LORENZO CÓRDOVA Y DE SU ALIADO EL TEPJF
Hay personajes que van quedando signados per se. Hay un comportamiento que difiere de la política y que enmarca la incapacidad de ser político. A lo largo del sistema priísta se conocieron algunos personajes de ese tipo, otros fuera de tono (¿quien no recuerda la roqueseñal), pero en los primeros el berrinche quedaba dentro de su partido sobre todo al no ser electos, y solo trascendía por cronistas avezados. Actualmente, se pueden mencionar de caso en caso todos los chantajes que ha protagonizado el presidente consejero del INE Lorenzo Córdova. Todos en berrinches protagonizados contra AMLO, con una alianza con algunos magistrados del TEPJF, que suelen desahogar su berrinche en la interpretación. Es que el chantaje solo se expresa cuando tiene asideros. El niño que patalea sabe que sus padres tendrán que aceptarlo. Aunque ojo, a veces la autoridad se impone. En el caso de los legisladores en paro, por lo pronto hay legisladores de su propio partido que no concuerdan con ellos.
SANDRA CUEVAS Y LOS CHANTAJES DE LA IGNORANCIA
Libros enteros se pueden escribir sobre los chantajes de los políticos que han afectado al pueblo de México. En la CDMX se viven esos chantajes de parte de un panismo despechado que gobierna varias alcaldías. Las más notorias son las de Lía Limón en la Álvaro Obregón y la de Sandra Cuevas en la Cuauhtémoc. Esta ha cometido una serie de ilegalidades que la han llevado a la cancelación temporal de su ejercicio como alcaldesa. El golpear policías, cerrar bares sin que haya motivo real, enviar a borrar murales, entre otras agresiones tienen atrás su autoritarismo. Explicadas estas actitudes como especies de chantajes y altanerías contra la jefatura de gobierno. El chantaje pues se anida en un entorno político, en el que se expresa como una forma de pequeñez e ignorancia de quienes lo hacen.
TRAICIÓN Y CHANTAJE DE LUIS ECHEVERRÍA CONTRA CARLOS ARMANDO BIEBRICH
Uno de los casos de traición y chantaje priísta, desde la presidencia de Luis Echeverría (LEA) fue la que se fraguó contra el gobernador de Sonora Carlos Armado Biebrich, porque éste no estuvo de acuerdo con el destape de José López Portillo. En el libro de Jesús Blanco Ornelas Crónica de una infamia, ( EDAMEX 1975), éste cuenta todas las maniobras de LEA para destruir a Biebrich, los chantajes que quiso hacerles a los amigos del sonorense y lo que finalmente se realizó, la matanza de campesinos en San Ignacio Rio muerto que se le achacó a Biebrich. Este no es sino uno más de la historia negra de los chantajes en la política, en este caso, mezclado con traición.