Claroscuro
Terror medieval. Biden, la venganza como justicia
Teresa Gil
La Ley del Talión considerada justicia retributiva, reaparece en el mundo. No es un regreso inmediato al medievo el de los imperios: es la reiteración de la no superación de esta etapa de la humanidad. Siempre ha estado presente. Joe Biden lo acaba de proclamar a nivel mundial, en una frase: “acto de justicia”. El asesinato del sustituto de Bin Laden de Al Qaeda, por Estados Unidos, es una aplicación de la justicia por los muertos el once de septiembre de 2001, en Nueva York. El ataque a las torres gemelas fue asumido por la organización de Bin Laden. El que a hierro mata, a hierro muere y el líder fue ejecutado. En el fondo la actitud de Estados Unidos al colocar a nivel medieval sus acciones, se expresará que él mismo estará expuesto frente a multitud de pueblos de la tierra a los cuales ha agredido de muchas maneras. La aplicación de la justicia desde esa perspectiva, que en el mismo imperio romano fue abolida, retrotrae la justicia al ojo por ojo bíblico en la equiparación de la pena, al agravio recibido. De hecho esa actualización de viejas etapas en el derecho, se ve en recientes acciones de otros imperios como el inglés, que regresa el oro venezolano a un personaje que no tiene vínculo oficial en Venezuela, como una especie de justicia retributiva sin que tenga fundamento.
LA LEY DEL TALIÓN Y EL JUICIO DE LAS ORDALÍAS, EN APLICACIÓN ACTUAL
Los viejos sistemas jurídicos que se aplicaban en la Edad Media, como la Ley del Talión, algunos de los cuales fueron arrancados del Código de Hammurabi, siguen vigentes de muchas formas. Ese Código tiene 282 leyes escritas por el faraón Hammurabi en una piedra. En México, las propias comunidades las aplican muy seguido al detener a ladrones o acosadores y darles muerte, quemarlos o dejarlos golpeados. De hecho el castigo rebasa la fórmula de esa ley. Es la venganza privada aplicada sin intervención de autoridad. El viejo Testamento recoge en sus libros Éxodo, Levíticos y Deuteronomio las fórmulas para ejercer la justicia en aquellos entornos. La ley del Talión era simple y sus fórmulas principales fueron enunciadas arriba. Pero el Juicio de las Ordalías que se utilizaba para conocer si un reo era culpable, tienen las más diversas formas de aplicación. En algunos países como México en los que se aplicó y quizá se aplica subrepticiamente la tortura, no se necesita aplicar las sofisticadas fórmulas que usaron los antiguos. Simplemente se obtiene la confesión por tortura. En cambio las Ordalías, usaban los combates, el veneno, el hierro candente, el aceite hirviendo, el pasar por zonas cubiertas de puntas, el meter al presunto al agua con las manos atadas, etcétera. Era difícil que alguien saliera libre de acusaciones. Toda esa aplicación del Juicio de las Ordalías fue eliminada en el derecho romano y otros sistemas jurídicos avanzados y desde luego en la era moderna. Pero persisten como ya se dijo y reviven en mentes vengativas como las de los gobiernos imperiales, que a partir de ellas en realidad ejercen su dominación.
LA PENA DE MUERTE: APLICACIÓN DE LA LEY DEL TALIÓN
La pena de muerte es un resabio de la Ley del Talión, dar muerte a alguien que mató o cometió un delito de enorme gravedad que se le equipare. Se mencionan 92 países que contemplan la pena de muerte y 8 que realmente la aplican seguido. En Estados Unidos 27 de sus 50 estados tienen en sus códigos la pena de muerte aunque algunos no la aplican o lo hacen por períodos largos. El avance de la aplicación de derechos humanos parece que no ha impactado a muchos de esos países y estados, pese a que casi todos están en la ONU. Las religiones han intervenido para echar mano del Sermón de la Montaña en el que se dice que Jesús se opuso a esa pena y lanzó al mundo su famosa frase “poner la otra mejilla”. Las organizaciones humanitarias han dado la lucha por la aplicación de una justicia que imponga pena de restricción equitativa y sobre todo, para eliminar toda aquella desigualdad que lleva al crimen. Eso parece no importarles a los países invasores, que en su propio interior aplican la pena capital. Y en sus venganzas externas como ahora Biden, se siguen rigiendo por el término talis que significa aplicar, como lo usan las comunidades primarias, la pena tal como fue el delito.