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MÉRIDA, Yuc., 15 de octubre de 2022.- Del 12 al 14 de octubre más de 100 maestras y maestros recibieron capacitación en diversas áreas, 52 de ellos trabajan con estudiantes con discapacidad en el nivel de Formación para el trabajo en los CAM. Estos cursos surgen de un convenio con el Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Yucatán (Icatey)
El director de Educación Especial, Jesús Valencia Mena, explicó que el objetivo de profesionalizar las prácticas de los docentes en la elaboración de diversos productos, lo cual a su vez permitirá que puedan ampliar la gama de opciones de clases que ofrecen en los CAM y, por ende, los alumnos diversifiquen sus competencias laborales y aumente sus posibilidades de inclusión en el ámbito laboral.
Explicó que otro grupo de 35 maestras y maestros, tomaron el curso “Orientación y Movilidad” impartido por personal del Centro Ilumina, Ceguera y Baja Visión, dependiente de la Fundación Villar Lledias, IAP, el cual se dedica a la atención y educación de niños y niñas con ceguera y baja visión, así como a la capacitación de la tecnología adaptada que puede usarse para favorecer su inclusión educativa, laboral y social.
Agregó que 25 docentes más, hicieron lo propio en el curso “Elaboración de Tableros de Comunicación”, conducido por la maestra Rosario Luna Kano. Estuvo dirigido a profesionales de la educación que trabajan con alumnos que requieren de un tablero de comunicación como una estrategia alternativa o aumentativa al lenguaje oral. Estos dos últimos espacios formativos se desarrollaron en el Hotel Holiday Inn.
“Para tener éxito en la inclusión se requiere el trabajo colaborativo y sistemático entre la familia y la escuela. Ambos contextos están vinculados y son en donde el estudiante pasa la mayor parte del tiempo por lo que si se ejemplifica en el hogar lo que en la escuela se practica y se aprende, el beneficio es realmente positivo”, expresó Valencia Mena.
Agregó que la formación continua del personal educativo es importante porque le permite actualizarse y debe ser vista no sólo en el aspecto de superación personal o profesional, sino también en el sentido del compromiso ético con su función ya que los aprendizajes que se adquieren, impactan en las aulas y permiten brindar respuestas educativas pertinentes a las necesidades que presentan los alumnos con algún tipo de discapacidad y otras condiciones para promover la inclusión educativa, social y laboral.