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MÉRIDA, Yuc., 8 de junio de 2023.- Con el fin de frenar actividades que han generado la muerte de abejas y que reconozca a estás como sujetos de derechos y a las comunidades mayas como sus guardianas, el Juez Segundos de Distrito en el Estado de Campeche, emitió la suspensión provisional a fin de evitar que continúen las actividades que han generado muerte de las abejas y afectaciones ambientales en la región.
En el marco del día mundial de las abejas, el pasado 20 de mayo, representantes de diversos pueblos mayas del municipio de Hopelchén, Campeche, presentaron un juicio de amparo ante los Juzgados Federales, frente a las graves omisiones de los gobiernos federal, estatal y municipal que han ocasionado la muerte de millones de abejas en la entidad como consecuencia de la deforestación inmoderada y el uso excesivo de agrotóxicos.
Según se indica en un comunicado de prensa, en Hopelchén se vive desde hace varios años una crisis ambiental sin precedentes que es resultado de la implementación de diversas prácticas agroindustriales que, entre otras cosas, han generado la muerte sistemática de abejas, uno de cuyos eventos más graves sucedió el pasado 22 de marzo, día en el que apicultores de diversas comunidades de Hopelchén encontraron millones de abejas muertas, afectándose a 110 apiarios pertenecientes a 80 apicultoras y apicultores, con un total de 3,365 colmenas afectadas, siendo uno de los casos más graves de intoxicación de abejas en México, derivado de fumigaciones con varios plaguicidas altamente peligrosos y altamente tóxicos para las abejas, entre ellos FIPRONIL, el cual ya fue prohibido en 36 países a nivel mundial, entre ellos la Unión Europea, Estados Unidos,
Este evento, que no ha sido un hecho aislado, es el resultado de la falta de medidas de protección que limiten el uso indiscriminado de agrotóxicos y la deforestación inmoderada, acciones que han sido denunciadas desde hace años, tanto por las comunidades como por organizaciones ambientales y de derechos humanos, como los causantes de la grave crisis que se vive en materia ambiental y de salud en Hopelchén, sin que exista una respuesta contundente ni política pública por parte de autoridad alguna que ponga freno a la degradación ambiental y ecológica que se vive en dicho municipio. Frente a esta persistente omisión, el día 19 de mayo apicultores y apicultoras mayas presentaron un juicio de amparo en el esencialmente reclamaron lo siguiente:
A. El incumplimiento de las autoridades de los tres niveles de gobierno de garantizar, bajo el estándar más alto de protección, los derechos humanos al medio ambiente sano y al derecho que tienen como pueblo originario, al no reconocer a las abejas como sujetos de derecho y a las comunidades originarias como sus guardianas, como una forma de garantizar el patrimonio biocultural de las comunidades mayas de Hopelchén, omisión que ha generado impactos socioecológicos negativos, violando con ello el régimen de protección constitucional vigente en el país.
B. La omisión por no dar respuesta, a las múltiples solicitudes, denuncias y peticiones realizadas a distintas autoridades para que se establezcan medidas de protección para las abejas en relación con la deforestación y el uso indiscriminado de agrotóxicos que han generado daños al medioambiente.
C. La omisión de las autoridades señaladas como responsables de cumplir con sus obligaciones internacionales, convencionales y legales en aras de preservar y evitar las afectaciones a las abejas, provocando con ello una violación a nuestros los derechos humanos culturales y al medio ambiente de los pueblos mayas de Hopelchén. En particular, la omisión de aplicar una política ambiental que proteja a las abejas y que garantice sustentabilidad ambiental, y atienda y prevenga directamente su problemática de la mortandad y la disminución de las colmenas.
Como parte de la demanda, los apicultores y apicultoras mayas solicitaron al Juzgado la suspensión para el efecto de que las autoridades responsables en el ámbito de sus competencias no otorguen autorizaciones, concesiones o asignaciones sobre proyectos de infraestructura a gran escala que puedan generar impactos socioecológicos negativos sobre el patrimonio biocultural en el municipio de Hopelchén, incluyendo la suspensión de desmontes y fumigaciones.
Como respuesta a este amparo, el Juzgado Segundo de Distrito en el estado de Campeche, ante quien se turnó el recurso judicial, determinó admitir la demanda y otorgar una suspensión provisional, con el objetivo de evitar un daño al medio ambiente irreparable, de tal forma, que las autoridades responsables deberán adoptar todas las medidas necesarias para evitar o mitigar el riesgo al medio ambiente, aun ante la duda de que una actividad pueda conllevarlo –e in dubio pro natura– se traduce en que en todo conflicto ambiental debe prevalecer siempre la interpretación que favorezca la conservación del medio ambiente.
Si bien esta suspensión es provisional, pues falta que el Juzgado Segundo se pronuncie sobre la definitiva, su sola emisión genera obligaciones para los gobiernos Federal, estatal y municipal, en el sentido de detener toda actividad que esté causando la muerte de las abejas y el daño socioambiental que se vive en Hopelchén, hasta el tanto el juicio no culmine.
Si bien la admisión y la emisión de la suspensión provisional son sólo el inicio del proceso judicial, con este juicio se abre la oportunidad de que, por primera vez en México, se reconozca a las abejas como sujetos de derecho y a las comunidades mayas que viven de la apicultura como sus guardianas, situación que generaría la posibilidad de construir políticas públicas con una lógica ecocéntrica y desde la mirada de las comunidades y en ejercicio de su libre determinación y autonomía.
Las abejas y los polinizadores no sólo son indispensables para la economía de la región, pues la apicultura es una de las principales actividades y fuente de ingreso de muchos Pueblos mayas en la Península de Yucatán, sino que tiene un alto valor cultural para el Pueblo Maya por ser una práctica prehispánica y, un aporte ecosistémico fundamental. Sin abejas y polinizadores se pone en riesgo todo el hábitat de la región. Declarar judicialmente a las abejas como sujetos de derechos y a los pueblos mayas como sus guardianes, abriría la puerta para construir, desde una perspectiva ecocéntrica, un nuevo paradigma en donde el respeto al patrimonio biocultural sea el eje de la política pública en la región.