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DZIDZANTÚN, Yuc., 10 de junio de 2020.- La inundación que dejaron las intensas lluvias en Dzizantún, tras el paso de la depresión tropical Cristóbal, causaron pérdidas totales en el asilo de ancianos San Juan Bautista, provocando que 12 personas de la tercera edad quedaran a la deriva, sin un lugar seguro y un espacio cómodo donde descansar.
Desde el pasado jueves 3 de junio y después de 48 horas de lluvia, el estancamiento de las precipitaciones en el barrio de San Juan, ubicado al sur de la cabecera municipal de Dzizantún comenzó a subir “muy rápido”, por lo que pronto comenzó a ingresar desde la calle al interior de los dormitorios donde descansan los abuelitos, narró a Quadratín Adriana Pacheco Dzib, quien se encarga del lugar desde hace 20 años.
La sorpresa se la llevaron durante la madrugada, lo que dificultó el traslado de los 12 abuelitos a un lugar seguro, pero con ayuda de trabajadores del municipio, pudieron ser trasladados de manera temporal a la sala de regidores del palacio municipal de la localidad, sin embargo, el espacio es reducido y constantemente transitan personas “de todos lados”, poniendo en riesgo a las personas de la tercera edad, a un posible contagio de Coronavirus.
“El municipio me ha ayudado en todo pero no pueden hacer más, entonces yo me veo en la desesperación de buscar un espacio más grande para ellos”, comentó Pacheco Dzib.
La mujer reveló que en el lugar ubicado en la calle 27 por 14 del barrio de San Juan, “lo perdimos todo”, entre ello ropa, muebles, zapatos, puertas, vidrios, ventanas, que no podrá recuperar sin apoyo económico.
“Fue una pérdida total, las cosas desaparecieron en el agua, por eso tiene días que yo ando buscando casa para rentar y estar con ellos”.
Adelantó que con la ayuda de un familiar logró encontrar un espacio, “que no está grande”, pero cuando menos tendrá dónde bañar a sus residentes, pues desde la evacuación no han podido asear a los abuelitos.
“Estando en esa casa yo seguiré buscando una más grande y mejor para ellos, pero por lo pronto nos vamos a instalar ahí, para que se aseen, se bañen y pueda yo distanciarlos un poquito”.
Mencionó que la situación que enfrenta, es algo que no había visto desde hace casi 20 años, pues con el paso del huracán Isidoro por la península de Yucatán sufrieron afectaciones similares.
“Con Isidoro, ahí lo pasamos, se inundó, nos tuvieron que sacar igual, pero en ese tiempo estaba el director que también veía este albergue y el de la divina providencia, pero él falleció y me quedé sola con los gastos”.
Pidió apoyo de cualquier instancia para poder realizar pozos dentro y fuera del terreno de San Juan Bautista, pues “secándose la casa, yo enseguida me voy ahí de nuevo con ellos”.
Reconoció que el problema actualmente, es que con la contingencia sanitaria por el Covid 19, es difícil encontrar quien done esos recursos, lo que vuelve incierto el momento en el que podrá volver a su casa hogar: “de dónde voy a agarrar ese dinerito para pagar que sequen el agua”, comentó.
Por el momento, 10 de los 12 abuelitos continúan en las instalaciones del palacio municipal de Dzizantún, durmiendo en colchonetas y sin las medidas de prevención que se llevaban a cabo en su propiedad. Y aunque el ayuntamiento local les ha brindado todo el apoyo posible, reconoce que todo el municipio sufre la misma afectación, por lo que no puede exigir que se priorice su caso.
Adriana Pacheco hizo un llamado a la sociedad yucateca para que abran su corazón y brinden apoyo a las personas que se encuentran bajo su responsabilidad, pues ante la falta de recursos y la afectación por la inundación, muchos de ellos dependen solo de su persona y de los donativos que puedan recibir durante los próximos días. Mientras tanto, junto a sus dos empleados, intentará salir adelante a pesar de haberlo perdido todo.