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MÉRIDA, Yuc., 29 de marzo de 2024.- Aproximadamente 50 internos del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Mérida revivieron la pasión y muerte de Jesucristo con la escenificación del tradicional Viacrucis en este Viernes Santo, actividad religiosa que se ha venido realizando desde hace más de 25 años en este centro penitenciario.
Francisco Javier Brito Herrera, director del penal, señaló que esta actividad se lleva a cabo con devoción, esperanza y fe por varias personas privadas de su libertad, con ayuda de los misioneros de la Pastoral Penitenciaria, quienes asisten a los internos a prepararse para dar vida a personajes como Jesús, María, Herodes, Dimas, Gestas, entre otros.
Indicó que unas 50 personas privadas de su libertad participaron activamente en la representación de los personajes, pero fueron más de 100 las estuvieron en el recorrido que realizó Jesús con su cruz de madera calvario, tras haber sido condenado a muerte, actividad que inició alrededor de las 10:30 de la mañana de este viernes.
El Viacrucis se llevó a cabo por los diferentes patios y jardines del centro penitenciario, además del campo de béisbol y la cancha de fútbol, para que las ruinas de un antiguo edificio funjan como el lugar donde Jesucristo fue crucificado, para luego llevar su cuerpo a la parroquia que está en este lugar, todo esto como parte de la representación.
William A.G., quien personificó este año a Jesús de Nazaret, comentó que encarnar el personaje representó una gran responsabilidad, lo que provocó una preparación personal para lo cual se encomendó a Dios, ya que la cruz de madera que cargó durante toda la procesión pesaba más de 90 kilogramos.
Compartió que por malas decisiones en su vida hicieron que hoy esté en el Cereso, pero actividades religiosas como la Semana Santa lo hace reflexionar para realizar un cambio y que su caso se ha gestado a través de la fe, aunado a que no pierde la esperanza de que cuando salga de la cárcel, tome mejores decisiones.
“Yo (estoy acá) lamentablemente por drogas. Lamentablemente caí en el vicio y estoy acá cumpliendo una condena. Espero irme pronto y poderme reinsertar a la sociedad”, indicó William, quien abundó que le faltan aproximadamente dos años para salir de prisión, ya que tiene la ilusión de estudiar lengua inglesa una vez afuera.