Trabajador sufre grave accidente en obras del Tren Maya en Tulum
MÉRIDA, Yuc., 30 de junio de 2020.- El Tren Maya busca que los territorios rurales que están en manos de las comunidades campesinas e indígenas, queden sin la presencia y custodia de su población originaria, expuso el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS).
En el documento Tren Maya: Nuevo impulso a la desnaturalización de la Península de Yucatán, exponen que el megaproyecto pretende detonar un proceso de proletarización de la población rural, buscando que campesinos e indígenas se auto empleen en sus tierras, facilitando la incorporación del desarrollo de actividades extractivistas y del mercado inmobiliario.
“Con este proyecto, el Estado busca la llegada de grandes inversiones a la región, bajo el supuesto de que el empleo asalariado es la mejor forma de atacar la pobreza y la marginalidad. El porcentaje de población con empleo asalariado se incrementaría notablemente como ha sucedido antes, sin embargo, esta apuesta se sustenta en un proceso de desposesión y despojo de tierra”, exponen Eugenio Fernández y Sergio Madrid, director del CCMSS.
El Consejo para la Silvicultura Sostenible, afirma que el Fondo Nacional del Fomento al Turismo (Fonatur) impulsa un esquema donde se prioriza lo urbano y omite los derechos de las comunidades indígenas distribuidas en más de mil 510 localidades de los pueblos maya, tseltal, ch’ol, jakalteko, awuaketeko y akateko.
Ambos investigadores enfatizaron que el Tren Maya se perfila como una gran inversión, pero enfocada el desarrollo urbano, que generaría atracción de mano de obra a los polos de desarrollo, mientras se abandonan los servicios públicos en las zonas rurales.
“El proyecto efectivamente generará nuevos empleos, y es probable que la población campesina acceda a una parte de ellos, pero en ningún sentido esto tiene posibilidades de mejorar sus condiciones de vida. Este proceso de desruralización impacta negativamente a las comunidades indígenas y campesinas debilitando su gobernanza y capacidad institucional, así como vulnerando sus cimientos para la reproducción de la vida y la protección de los territorios”.