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MÉRIDA, Yuc,. 4 de noviembre del 2024.- “Cuida-te con Amor” es un club de cuidadores no profesionales, en su mayoría mujeres, que dedican parte de su vida a cuidar a otras personas, como son adultos mayores, pero nadie les enseña a hacer esa labor y a veces la ejercen porque “así es” y hace falta, por ello, dignificar la labor, el empoderamiento y también la capacitación, expuso Verónica Morales.
Verónica fue cuidadora de su abuela y hace un año empezó con este espacio de cuidadores y cuidadoras que se reúnen periódicamente en un desayuno para compartir experiencias, además de recibir información por parte de profesionales (neurólogos, tanatólogos, neurólogos, etc.) acerca del cuidado de las personas.
Además, expuso que cuentan con un grupo de WhatsApp donde comparten información sobre talleres, eventos, capacitación en línea o presencial, siempre enfocados al tema del cuidado. Expuso, sin embargo, que toda esta labor que se hace está centrada en el cuidador, no tanto en la persona que se cuida.
“Desde luego que sí se puede hablar de la persona que se cuida, pero lo que buscamos es empoderar a la persona que es cuidadora, porque a veces nadie se preocupa del cuidador, de su salud, de cómo se siente”, expuso.
Reiteró que se trata de dar visibilidad al cuidador y trabajan en tres líneas de acción. La primera es el empoderamiento, que la persona se dé cuenta que no está sola y al compartir el espacio con otras que realizan la misma labor reciben apoyo, consejos, comparten experiencias.
Además, se trata de dignificar el trabajo, porque si bien cualquiera lo puede hacer es necesario tener aptitudes, habilidades, tiempo, esfuerzo y muchas veces el cuidador queda en segundo plano.
“Es importante dignificar, porque a veces la gente cree que el cuidador es Superman, cuando también viven desgaste, frustración, molestia, necesidades, se debe comprender que se trata de un trabajo”, expuso.
En tercer lugar, dijo que se trabaja en la formalización, es decir, que las personas que se dedican al cuidado tengan capacitación, tanto en línea como presencial y en este tenor se han tenido ya cursos de tanatología, de RCP, de enfermería.
Aclaró que se trata de una comunidad de personas cuidadoras no profesionales que suman ya unas 120, pero no son profesionales o enfermeros, es gente que muchas veces, por extensión, le toca cuidar a un adulto mayor y por eso la mayoría son de más de 50 años.
“Hablamos del pariente, el hijo, el familiar, la mujer, la esposa, porque el 70 por ciento de los cuidadores son mujeres que se les dan las competencias del cuidado y se busca empoderar a las mujeres que puedan decir no, si así lo quieren, y que si deciden hacerlo tengan certificados, competencias, incluso que cobren por sus servicios”, dijo.
Reiteró que de las personas cuidadoras la mayoría son mujeres y arriba de 50 años. Dijo que lo interesante es que son personas mayores cuidando a personas mayores, por eso la dignificación, empoderamiento y dignificación.
“Nadie enseña a ser cuidador; primero se necesita empatía genuina y luego que se vayan formalizando, para que su carga vaya acompañada de conocimiento, apoyo, comunidad, porque el mejor aprendizaje es entre pares”, expuso.