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Claroscuro
Sin excusas
No hay manera de justificar la actitud bélica y ofensiva de Donald Trump, pero tampoco hay forma de desmentir sus dichos:
“Los cárteles mexicanos tienen una alianza intolerable con el Gobierno de México. Esta alianza pone en peligro la seguridad nacional de EU y debemos erradicar la influencia de estos peligrosos cárteles del entorno bilateral. El Gobierno de México ha proporcionado refugios seguros a los cárteles para fabricar y transportar drogas ilícitas, que en conjunto han provocado la muerte por sobredosis de cientos de miles de víctimas en EU”.
Lo que tampoco podemos dejar de decir es que EEUU hace muy poco por combatir la drogadicción en ese país que es el principal mercado de estupefacientes, pero también privilegian el negocio de las armas y son ellos mismos los que están dándole poder de fuego a los grupos delincuenciales en México. ¿Cuántos narcos se detienen en Estados Unidos?
“Debe entender Andres Manuel López Obrador que su contubernio o alianza con el narco no es heredable”, le dijo Porfirio Muñoz Ledo poco antes de morir. El que fuera su principal apoyo le reclamó hasta el último día de su vida que intentara mantener el poder por la vía del miedo.
En 2021, la elección más cínica y descarada, sirvió para que los partidos políticos de oposición denunciaran públicamente y en foros internacionales que esos comicios habían sido controlados por la delincuencia en múltiples estados del centro y del pacífico norte del país.
Hasta ahora, el tufo del acuerdo con los criminales tiene la solidez de un presidente que acudió al triangulo dorado del crimen organizado y promovió, luego de saludar a la mamá del Chapo, que su gobierno intercediera para que ella y su familia obtuvieran visas humanitarias para visitar al capo más buscado por Estados Unidos que había sido deportado a Estados Unidos.
La taquiza posterior al saludo dejó claro que hasta el abogado de la familia Guzmán Loera podría abrazar al presidente y que éste tenía como sus comensales a varios de los hermanos y familiares del hoy sentenciado a cadena perpetua por un juzgado de Nueva York. Eso se ve en videos que han circulado prolíficamente.
La liberación de Ovidio y su captura por elementos del país del norte ante la exigencia de cumplir una orden de deportación, no sólo sigue presente sino que se refuerza con la llegada a gobernador de un sinaloense nacido en Badiraguato que presumía ser amigo de El Chapo Guzmán y de El Mayo Zambada, con quienes había crecido.
Por si fuera poco, las declaraciones particulares de que los criminales también tenían derechos humanos, que eran pueblo y la orden de no combatirlos y no enfrentarse a ellos terminó por minar la acción de todos los que, felices de ser parte de su gobierno, veían a López Obrador como el “padre fundador” de un movimiento que arrasó en las elecciones del año pasado y que, según ellos, era la ratificación y la aprobación de la gestión que poco a poco violó la Constitución y luego, flagrantemente, exterminó todos los contrapesos que se habían construido en el México de la transición para evitar el saqueo presidencial que caracterizó al país en buena parte del siglo pasado y que pasó, en menor medida, en el nuevo siglo hasta la llegada de Enrique Peña Nieto al poder.
Para muchos mexicanos López es el gran presidente, para más de uno de los mexicanos, se convirtió en el gran farsante: no era demócrata, sí es corrupto y sólo utilizó sus argumentos para darle gusto a un país harto del saqueo que él y su familia volvieron a repetir con esa mayoría legislativa cómplice que le permitió gastar sin medida y toleró todos sus abusos, porque ellos compartían y comparten el saqueo y pretenden quedarse con el poder destruyendo la democracia.
No, Trump es impresentable, sus formas, sus maneras dejan claro que es un delincuente convicto por 34 delitos que se queja de los otros delincuentes: lo que él hace está justificado, como también lo veía López Obrador.
El tema es que ese párrafo de la orden ejecutiva para imponer los aranceles no es falsa y, para colmo, ha sido ratificada por Javier May en Tabasco al dejar claro que el que puso al frente de la policía al líder de La Barredora, fue Adán Augusto López; En Oaxaca Eduardo Ramírez explica que su antecesor, Rutilio Escandón, pactó con las delincuencia que hoy él está obligado a combatir.
Lo mismo pasa en Guerrero, donde los vínculos del ¿gobierno? de Evelyn Salgado con el narco son más que evidentes su suegro Joaquín Alonzo Piedra, asesinado en marzo del año pasado, estuvo en prisión por delitos vinculados con el crimen organizado y se le conocía como operador de los Beltrán Leyva y su primer esposo, Joaquín Alonzo Bustamante, conocido como El Abulón, era operador financiero e inmobiliario de ese grupo delincuencial. Incluso, su padre, Félix Salgado Macedonio fue acusado cuando fue alcalde de Acapulco de vínculos con la delincuencia que hizo de las suyas en ese puerto cuando él era presidente municipal.
La lista puede seguir, las quejas ahí están y el propio Donald Trump liberó al General Cienfuegos, vinculado también con el narco, a petición de López Obrador que no sólo no lo juzgó por esos delitos sino que hasta le dio un reconocimiento a quien fuera el secretario de la Defensa de Enrique Peña Nieto.
Trump puede no ser un sujeto agradable, puede no ser el mejor ser humano y será un presidente autoritario, impositivo en el mismo talante de López Obrador, pero México no es su patio trasero y bien hace Claudia Sheinbaum en reclamarle la venta de armas y otros atropellos, pero será difícil para ella ganar credibilidad si no se deshace de los lastres que hoy la acompañan y la mala fama mundial que pesa sobre un presidente lamentablemente famoso por sus “abrazos no balazos” que se interpreta como una colusión que llevó al narco a elegir gobernadores en un país donde no hay estado libre de tráfico y trasiego de estupefacientes.
La “elección” de jueces y magistrados tan cuestionada en ámbitos internacionales, podría ser una puerta abierta para que los delincuentes tengan jueces y magistrados a modo. Varios de sus abogados, dicen los medios, ya se postularon, pero sólo que, como decía Muñoz Ledo, esos pactos no se heredan y hoy Claudia tiene la oportunidad de oro de ser presidenta y acreditar que ella no tiene pactos con delincuentes, aunque tenga que tratar con uno que ya está convicto a pesar de que no fue sentenciado.
Vaya tiempos que nos esperan, en una guerra comercial todos pierden, pero Trump, como Andrés, le habla a sus electores, actúa para ellos y hará de México su enemigo favorito si no se opera con inteligencia, con dignidad y más si no se coopera con él para el exterminio de ese flagelo que sigue provocando muertes en el país, más que antes, aunque se maquillen las cifras y se hagan encuestas con diferentes fuentes de información.
¿Cómo apoyamos a la presidenta que no quiere hablar con opositores?, ¿cómo hablamos con políticos que no gobiernan para todos? El dilema surgió más temprano que tarde, a sólo 120 días del nuevo gobierno.