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MÉRIDA, Yuc., 27 de abril de 2025.- Para bajar los índices de violencia contra las infancias en Yucatán y el país, no basta con denunciar, también se debe garantizar los procesos judiciales para que los violentadores reciban un castigo, consideró María Gil Bartomeu, directora de la Oficina de la Defensoría de los Derechos de las Infancias (ODI).
“Algo que puede ayudar mucho es mejorar el acceso a la justicia, porque hay mucha violencia, (pero) las niños y niñas son vistos como objetos, no están reconocidos sus derechos y cuando llegan a denunciar, los que llegan a denunciar, se topan con pared, son revictimizados, no les hacen caso, no les creen, no los escuchan”, indicó.
Mencionó que, si se cambia la visión respecto el trato a las infancias víctimas o testigo de un delito, es decir, si se les escucha, el proceso judicial podría ser positivo y redignificante, incluso, una cuestión terapéutica que les servirá, pero para eso, el Estado debe contar con infraestructura y personal especializado para su correcta atención.
Abundó que, si se hacen esos cambios dentro del sistema de justicia, las denuncias incrementarán y, por ende, irá bajando los índices de violencia, porque los violentadores ven que hay castigos, cuestión que es mínima hoy en día, aunado a que no se le escucha a las infancias, lo que genera un panorama complicado para niñas, niños y adolescentes.
Gil Bartomeu consideró que estos cambios se están dando en Yucatán, debido a la voluntad de llevar a cabo estas transformaciones y un ejemplo claro de esto fue la inauguración de la Sala de Audiencia para Personas en Condiciones de Vulnerabilidad (Sapcov) en el Centro de Justicia Oral de Mérida.