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MÉRIDA, Yuc., 21 de mayo de 2025.- A través de redes sociales la madre de una adolescente, estudiante de la Escuela Secundaria Técnica No. 66, ubicada en la colonia Santa Rosa de Mérida, denunció un presunto caso de bullying contra su hija y la omisión por parte de docentes para poner un alto a las agresiones que han derivado en lesiones físicas.
“Mi hija fue agredida por un compañero de su salón que ya llevaba tiempo haciéndolo y varios maestros sólo veían y no hacían nada, sólo cuando mi hija respondía con un insulto cuándo ya la tenían harta a quien querían reportar es a ella y no al que estaba agrediendo, a pesar que se les dio conocimiento del bullying (insultos y golpes) sólo mandaban reportes y no daban seguimiento, dejaban que el chamaco entrase a clases como si nada aunque los padres no fuesen al otro día”, relató la mamá de la joven estudiante.
Las agresiones pasaron de las palabras a lo físico y la adolescente tuvo, “pequeñas hemorragias internas en el cerebro, dos dientes y boca rota, golpe en la frente con sangrado, golpe y raspón cerca del ojo, golpe en la nariz y con eso sangrado abundante de ella, brazo derecho y ambas rodillas con golpes y raspones, por lo que tuvo que ser ingresada en una clínica durante dos días para observación”
Además, la joven agredida tuvo que ser canalizada y sin comer solidos por el dolor que presentaba.
En ocho meses de constantes agresiones, la directora del plantel indicó que desconocía la situación, mientras que la madre de la menor asegura que se dio aviso a los docentes, la prefecta y se intentó solucionar la problemática directamente dialogando con el presunto agresor, “y de ahí con la directora pero nunca hicieron nada más que mandar reportes y no dar seguimiento, ahora si supuestamente los papás si harán algo (pagar los gastos) y la directora quería que yo dejará a mi hija ingresada y fuese a llevar los estudios y recibos de lo que se gastó, creen que por pagar ya se arregló todo y no pasó nada”.
La madre de la menor afectada asegura que la agresión sufrida por su hija no se dejará pasar y se dijo cansada de la inacción de la directora y docentes que permitieron que la situación alcanzara este nivel de gravedad.
“Ojalá y ya los docentes se pongan las pilas así como se las ponen para reclamar sus derechos, y no sigan permitiendo acoso y daño físico escolar, al igual que los papás dejen de alcahuetear que sus hijos sean agresivos y les den una mejor educación”, finalizó la mujer.