
Supervisan nueva tecnología en Periférico de Mérida; buscan evitar accidentes
Mérida, Yuc. a 25 de mayo del 2025.- Durante las últimas dos décadas, la Península de Yucatán se ha convertido en un territorio codiciado por empresas nacionales e internacionales interesadas en instalar megaproyectos turísticos, energéticos e inmobiliarios. Este fenómeno ha desencadenado una serie de conflictos socioambientales que hoy movilizan a comunidades mayas en defensa de su tierra, sus recursos y su forma de vida.
De acuerdo con Jorge Fernández Mendiburu, abogado del Centro de Derechos Humanos Utsil Kuxtal, la región ha sido objeto de interés debido a su ubicación estratégica, la presencia de recursos naturales como el agua y la percepción de ser una zona relativamente pacífica en comparación con otras regiones del país afectadas por la violencia.
Estos factores han incentivado la llegada de megaproyectos, muchos de ellos impulsados bajo el discurso del desarrollo económico para el sur del país. Sin embargo, Fernandez Mendiburu, estas iniciativas frecuentemente han ignorado los derechos de las comunidades que habitan el territorio.
“Las comunidades han transitado de un discurso de desarrollo sustentable a uno de defensa activa del territorio”, expone el defensor. .
Recordó que entre los casos más conocidos están la resistencia contra las granjas porcícolas que han contaminado el agua; las oposiciones legales y comunitarias al Tren Maya; así como las protestas por la instalación de parques eólicos y fotovoltaicos sin consulta previa.
Estos procesos de defensa, lejos de transitar sin consecuencias, han generado un contexto hostil para quienes los encabezan.
“El aumento de la organización comunitaria ha traído consigo un aumento en la criminalización y violencia contra personas defensoras de derechos humanos y del territorio”, advierte Fernández Mendiburu.
Indicó que se anticipa una mayor presión sobre el territorio. El proyecto de ampliación del puerto de altura en Progreso, sumado al desarrollo inmobiliario en zonas costeras y selváticas, podría incrementar los impactos sociales y ecológicos.