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MÉRIDA, Yuc., 23 de junio de 2025.- Pese a que el presente mes terminará con lluvias, es casi un hecho que en junio no se formará un ciclón tropical que afecte al Estado, así lo dio a conocer Juan Vázquez Montalvo, meteorólogo del Comité Institucional para la Atención de Fenómenos Meteorológicos Extremos de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY).
“La península de Yucatán se va a ir en blanco, todavía no le va a tocar nada, no se espera nada en siete días que represente una amenaza para Yucatán y así va a terminar junio, aunque parece que en el Atlántico Norte se está dando la primera formación ciclónica, pero no esperamos que viva mucho tiempo, ya que ha estado muy tranquilo el Atlántico”, mencionó.
El especialista en ciencias atmosféricas explicó que la inactividad se debe un sistema anticiclónico que tiene una fuerte injerencia en la región, sumado a que los vientos alisios impiden la formación de un ciclón, debido a que no permiten que haya el giro necesario que propicie el desarrollo del fenómeno.
“Y tampoco las temperaturas (ayudan), ya que están muy frías junto a las Islas de Cabo Norte y en el oriente del Atlántico también están por debajo de su promedio, lo que no ayuda (a su formación) pese a que es una de las principales zonas de posible formación ciclónica, además de que en el Caribe hay mucho viento cortante”, explicó.
Lluvias toda la semana
En lo que refiere al pronóstico semanal, Vázquez Montalvo señaló que la llegada de diversas ondas tropicales propiciará lluvias esta semana, lo normal para un mes de junio y, aunque este lunes no llovió, en la zona oriente del Estado sí, pero mañana martes, con la llegada de una nueva vaguada, aumentará el potencial de precipitaciones en la ciudad.
Abundó que para el miércoles se espera la llegada de otra onda tropical, lo que propiciará chubascos intensos, las cuales deberán empezar alrededor del mediodía, contrario a las que se pudieran presentar mañana martes, que si caen se darían por la tarde o la noche, mientras el sábado se prevén más lluvias, debido al calentamiento diurno que propiciará la formación de tormentas.