
Reportan desabasto de vacuna BCG para recién nacidos en IMSS Yucatán
MÉRIDA, Yuc., 25 de julio de 2025 — A pesar de que los protocolos oficiales del sistema de salud en México reconocen el derecho de las personas trans a acceder gratuitamente a tratamientos de reemplazo hormonal, en la práctica, el acceso sigue siendo limitado y con múltiples obstáculos. Así lo señaló León Burgos, fundador y director del colectivo Azul Transparente, organización que desde hace tres años trabaja en el acompañamiento y la defensa de los derechos de las trans masculinidades en la entidad.
De acuerdo con Burgos, la cobertura médica gratuita para personas trans existe “en papel”, tanto en instituciones como el IMSS, el ISSSTE y la Secretaría de Salud, pero en la realidad muchas veces las hormonas no están disponibles o el personal médico desconoce —o se rehúsa a aplicar— el protocolo. A esto se suma un ambiente de desinformación y desconfianza que impide a muchas personas trans acudir con seguridad a los centros de salud.
“No todo el personal médico sabe que se pueden brindar estos tratamientos gratuitamente, y en algunos casos simplemente no hay voluntad para entregarlos. Muchas personas terminan recurriendo a endocrinólogos particulares, lo cual representa un gasto significativo”, explicó.
El costo de un tratamiento de reemplazo hormonal puede variar, pero en experiencias acompañadas por Azul Transparente, la primera consulta con un endocrinólogo especializado ha rondado entre 500 y 800 pesos, sin incluir el tratamiento hormonal en sí, que depende del cuerpo y necesidades de cada persona.
Una de las principales problemáticas es la falta de datos oficiales sobre la población trans en Yucatán. Si bien existe una Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y de Género (ENDISEG) levantada hace cuatro años, esta no ofrece datos desagregados por entidad ni refleja de manera precisa la situación de las transmasculinidades.
“El problema es que, si no existimos en los registros, nuestras necesidades no son visibles ni atendidas ni en salud, ni en justicia, ni en educación”, sostuvo León Burgos, quien también participa en el proceso de convocatoria para una nueva encuesta estatal en Yucatán que busca, precisamente, visibilizar a las personas transmasculinas y no binarias.
A nivel nacional, existen lineamientos y guías de atención para personas trans; sin embargo, su implementación es mínima o inexistente en los centros de salud del estado. Aunque colectivos como Yucatrans han impulsado la creación de una clínica especializada en atención trans en Mérida —similar a la que opera en la Ciudad de México—, el esfuerzo ha enfrentado trabas institucionales.
“El protocolo existe, pero no se cumple. Y mientras no se generen espacios donde las propias personas trans puedan dar testimonio de que no están siendo atendidas, esto seguirá pasando”, afirmó Burgos.
Desde Azul Transparente, el llamado es abrir espacios reales de escucha e incidencia, donde las propias personas trans, especialmente las transmasculinas, puedan señalar lo que está fallando en la aplicación de políticas públicas que, en teoría, ya existen.
“Somos una población que ha sido históricamente excluida, y nuestras necesidades sí existen. Lo que falta es acceso y voluntad política”, concluyó..