
Realizan asambleas Voces por la Igualdad
MÉRIDA, Yuc., 3 de agosto de 2025.- En Yucatán, la violencia contra las mujeres y niñas sigue teniendo como principal expresión la violencia intrafamiliar, señaló Sisely Burgos Cano, titular de la Secretaría de las Mujeres (Semujeres), al hacer un balance del primer semestre de 2025. A pesar de que la entidad no se posiciona como uno de los Estados con mayores índices de agresión en espacios públicos, la violencia en el ámbito privado continúa siendo alarmante.
Actualmente, la red de atención del gobierno estatal cuenta con 31 Centros Libres que brindan acompañamiento integral.
“Antes existían sólo 15 centros de atención a violencias y 14 que promueven el empoderamiento; hoy cada uno de los 31 centros atiende ambos enfoques: violencia, empoderamiento, autonomía, cambio cultural y trabajo en red comunitaria”, puntualizó la funcionaria.
En promedio, los centros reciben diariamente a alrededor de 40 mujeres nuevas que solicitan apoyo, sin contar los seguimientos jurídicos y psicológicos que se realizan de forma permanente. En fines de semana y durante periodos vacacionales, esta cifra puede aumentar hasta en un 20%.
Burgos Cano explicó que, aunque los registros incluyen casos graves como feminicidio y abuso sexual, las estadísticas oficiales presentan limitaciones debido a las dificultades para identificar lo que ocurre dentro de los hogares. Por ello, se están fortaleciendo mecanismos alternativos de atención a las causas, entre ellas, las redes de apoyo comunitarias.
Los municipios que concentran los casos más preocupantes son Mérida, Ticul y Progreso, según informó la secretaria. En esas localidades, el monitoreo de los Centros Libres ha mostrado una mayor incidencia de violencia en comparación con el promedio estatal, lo que ha llevado a reforzar la presencia institucional y comunitaria.
Asimismo, dio a conocer que ya se encuentra en marcha el proyecto para la construcción de un nuevo refugio en el estado, instrucción directa del gobernador Joaquín Díaz Mena, ante la saturación de los espacios actuales tanto gubernamentales como de la sociedad civil. El centro más reciente se localiza en Tekax y está completamente lleno.
“Las mujeres pueden permanecer en los refugios el tiempo que sea necesario, aunque el promedio es de tres meses. En casos especiales se canalizan a otras instancias según la valoración multidisciplinaria”, explicó.
Finalmente, reiteró que el cambio cultural es clave para reducir la incidencia de violencia. “No se trata solo de atender las consecuencias, sino de transformar desde la raíz las estructuras que perpetúan la violencia hacia las mujeres y niñas en nuestras comunidades”.