Crece crisis política en Venezuela por elecciones anticipadas
MÉRIDA, Yuc., 18 de agosto de 2020.- El equipo liderado por la investigadora Mónica Olvera de la Cruz de la universidad de Northwestern, descubrió una nueva vulnerabilidad en el Coronavirus, situación que encamina a una vía de tratamiento potencial.
La proteína espiga es la única responsable de que el SARS-CoV-2, ingrese e infecte al cuerpo humano y el pasado 11 de agosto, junto con su equipo de investigadores, la mexicana informó de esta vulnerabilidad en la proteína que causa el Covid 19.
El estudio indica que el dominio de unión al receptor (RBD) de la proteína espiga del SARS-CoV-2 juega un papel crucial en la unión del receptor de células humanas ACE2 que se requiere para la entrada viral.
Varios estudios se han realizado para apuntar a las estructuras de unión de RBD-ACE2 y así diseñar vacunas y fármacos dirigidos a RBD. Sin embargo, las mutaciones distales del SARS-CoV-2 RBD también afectan su transmisibilidad y el anticuerpo puede apuntar a regiones que no son RBD, lo que sugiere el papel incompleto de la región RBD en la unión de la proteína de pico – ACE2.
“Aquí, con el fin de dilucidar los mecanismos de unión a distancia, analizamos complejos de ACE2 con la proteína pico de tipo salvaje y con mutantes clave a través de simulaciones de dinámica molecular de solventes explícitos de átomos a gran escala. Encontramos que aunque distribuidos aproximadamente a 10 nm de distancia del RBD, los sitios de escisión polibásica del SARS-CoV-2 mejoran, a través de interacciones electrostáticas e hidratación, la afinidad de unión RBD-ACE2“.
Esta reducción significativa de la energía de unión demuestra la viabilidad de neutralizar la unión de RBD-ACE2 dirigiéndose a este sitio de escisión polibásico específico. “Nuestro trabajo mejora la comprensión del mecanismo de unión del SARS-CoV-2 a ACE2, que puede ayudar al diseño de terapias para la infección por Covid-19“.