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MÉRIDA, Yuc., 25 de agosto de 2020.- Apoyar a los pequeños comercios locales durante la contingencia sanitaria, cuidar al medio ambiente y el simple gusto de andar en bicicleta, son tres razones que han impulsado el surgimiento de proyectos de bicimensajería en Mérida, independientes a las grandes plataformas de reparto de comida.
Dos Gatos Bicimensajería y En Bici, son dos empresas nacientes de la capital yucateca, pedaleadas por Noe Vergara Castillo e Isaac Vázquez Molina, respectivamente. Ambos son ciclistas urbanos con tres y seis años de experiencia cruzando la ciudad de un lado a otro, por lo que se podría decir que conocen la urbe meridana como las piezas de sus bicicletas.
La bicimensajería es una subcultura en donde las personas trabajan de manera independiente o para empresas de mensajería, prestando un servicio especializado en la recoja y entrega de envíos, correspondencia y objetos postales.
Esta actividad se encuentra con mayor frecuencia en las grandes ciudades comerciales, especialmente en sus áreas metropolitanas, donde los ciclistas conducen contra el tiempo surcando los inesperados embotellamientos y la congestión vehicular, ofreciendo así un menor tiempo de entrega.
Dos Gatos comenzó apenas el mes pasado, motivado por la pandemia y la oportunidad de ayudar a quienes no pueden salir de casa, debido a que se consideran parte de los grupos de riesgo. Entre sus servicios, ofrecen traslado de objetos que no pesen más de 15 kilos, entrega de mercancía, reparto, pagos y compras en supermercados.
“Lo que ahora estoy ofreciendo son entregas de documentos, servicios a particulares como ir a buscar una prenda que compran en línea y no quieren ir a buscarlo, igual he trabajando para algunas tiendas de diversos productos como repartidor, ellos levantaban los pedidos y me la hora a la que debo acudir, para que cuando llegue ya tengan los pedidos, la lista y las direcciones”, explicó Noé en entrevista con Quadratín.
Por su parte, el creador de En Bici tiene en mente la participación colectiva de la comunidad, apoyando con las entregas de los pequeños negocios que han surgido durante la pandemia, de quienes se han tenido que autoemplear desde sus casas, sin la posibilidad de ofrecer el servicio a domicilio por su cuenta. Bajo esta modalidad ha entregado desde gomas de pesca, cosméticos y regalos, hasta alimentos.
“De eso se trata, de servir activamente en la comunidad y fomentar el comercio local, de apoyar a las personas para que puedan permanecer en casa durante la contingencia, ese es uno de los primeros móviles que me ayudaron a tomar la decisión de comenzar con esto”, mencionó Vázquez Molina.
Aunque no se conocen, ambos ciclistas trabajaron con anterioridad en las plataformas de reparto disponibles en Mérida, sin embargo, coinciden en que sus ganancias no eran suficientes por el número de kilómetros recorridos, debido al gran número de socios que se conectan a las aplicaciones durante el día.
Actualmente cada quien maneja su propia tarifa, que va desde siete a nueve pesos por kilómetro, dependiendo del tamaño y el peso del paquete.
“Si es algo pequeño son como siete pesos, pero si es algo un poquito más grande, le subo a ocho o nueve pesos por kilómetro. Si son 10 o 12 kilómetros cobro 70 pesos y así lo voy manejando, por distancia”, expresó el mensajero de Dos Gatos.
En cambio, el dueño de En Bici comenzó con envíos desde 25 pesos, “aunque han habido servicios que deben ser de extremo a extremo de la ciudad y eso hace que el costo suba, pero creo que no me he pasado de los 70 pesos”.
Entre las ventajas para elegir la bicimensajería sobre otros métodos de transporte, ambos ciclistas señalaron el apoyo a los emprendedores que no cuentan con vehículos motorizados, además de la rapidez y la reducción al impacto ambiental.
“Creo que todos conocemos que la bicicleta es lo más ecológico, lo más amigable con el ambiente y aquí en Mérida, como está creciendo cada vez más la ciudad y la circulación vehicular cada vez es mucho mayor, de pronto que más personas deseen usar la bici y estos servicios, podría reducir esta congestión vehicular”, mencionó Vergara Castillo.
“Principalmente es por el impacto ambiental, porque tiene muchas ventajas a largo plazo, además de que se fomenta el deporte y disminuye la contaminación, te lo digo yo porque manejé moto, bicicleta con motor, tuve auto, entonces sí me gusta sentir que puedo generar mi propia energía y se podría hacer mucho por el ambiente”, añadió Vázquez Molina.