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MÉRIDA, Yuc., 29 de agosto de 2020.- “Hoy estoy en pie de lucha, por mi hija y por todas las mujeres a las que les hayan callado la voz, lo estaré hasta que Dios me quite el último aliento”, aseguró la señora Lizbeth Martín Esquilano, madre de Fernanda Gual Martín, joven víctima de feminicidio a manos del que fuera su exnovio.
En entrevista para Quadratín reconoció que nunca pensó estar en una situación como esta, pues lo único que hizo Fernanda fue salir de su casa engañada, creyendo que conseguiría un trabajo, “sin pensar que iba a morir a manos de un feminicida”.
“Alzar la voz por Fernanda, es alzar la voz por muchas mujeres, pese a este gran dolor lo haré porque todas importan, porque no quiero que nadie más pierda a una hija, una hermana, amiga, compañera o vecina. Quiero que quede claro que esto no es una lucha de clases sociales, es una lucha de género, por ello les pido ser empáticas y estar unidas”.
Doña Lizbeth enfatizó que en Mérida y en todo Yucatán no puede seguir pasando esto, pues antes de Fernanda había cuatro víctimas más de feminicidio y después de ella, surgió el caso de Norma, una mujer de 45 años originaria de Kanasín y a quién también privaron de la vida.
“Fernanda y Norma se hubieran quedado en el olvido como ha pasado con otras si no hubiéramos alzado la voz, porque las autoridades han mantenido un silencio insensible, nos dicen que Mérida es segura, pero es segura entre comillas, porque cuando pasan tragedias de este grado, las autoridades se quedan en silencio”.
Urge, continuó, que se apliquen sanciones más severas contra las personas que agreden a una mujer, que haya políticas públicas o programas de apoyo para ellas, “tal vez si se hubieran pronunciado antes o si sancionaran de verdad, los agresores de mi hija y de Norma lo hubieran pensado antes de tocarlas”.
“Para mi hoy es un gobierno insensible, tibio, que no se pone en acción, que es más fácil quedar en el olvido y callar, es por eso que, alzo la voz, y a partir de este instante voy a estar en pie de lucha hasta que dios me quite mi último aliento”.
Aunque no brindo más detalles, doña Lizbeth aseguró que esto solo es el inicio para continuar con algo en lo que creía Fernanda, y afirmó que ahora será ella quién camine y grite para evitar que más mujeres sean privadas de su vida.