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MÉRIDA, Yuc., 23 de septiembre de 2020.- Esta semana, la revista The New England Journal of Medicine ha publicado un nuevo análisis de Mónica Gandhi y George W. Rutherford con una hipótesis atractiva: el uso de mascarillas a escala global podría estar creando inmunidad frente a la infección por Covid 19. Además, podría hacer que las infecciones fueran más leves y hubiese mayor proporción de asintomáticos.
Para Gandhi y Rutherford, ambos de la Universidad de California en San Francisco (USCF, en EE. UU.), “esta posibilidad es coherente con una teoría sobre la patogénesis viral, que sostiene que la gravedad de la enfermedad es proporcional al inóculo viral recibido”, es decir, la cantidad de partículas del virus que han producido el contagio.
“Si el inóculo viral es importante para determinar la gravedad de la infección por el SARS-CoV-2, una razón para usar máscaras faciales sería reducir la carga a la que se expone el portador y el consiguiente impacto clínico de la enfermedad”, exponen.
La hipótesis de Gandhi y Rutherford se relaciona con el concepto de variolización, que fue el método utilizado antes de que Edward Jenner inventó la vacuna para inmunizar contra la viruela con material tomado de un paciente con la esperanza de que después se produjera una infección leve, pero ‘protectora’.
De acuerdo con los investigadores de la Universidad de California, como el cubrebocas puede filtrar algunas de las gotas que contienen virus, su uso podría reducir la inoculación viral que una persona expuesta inhala.
Es decir, que al dejar pasar muy poca carga viral el cuerpo tiene tiempo de prepararse y crear las defensas para que la enfermedad no sea grave o sea asintomática.
Según los estudios, en los lugares donde se usa de manera masiva el cubrebocas se tiene un índice del 80 por ciento de casos asintomáticos, en comparación con el 40 por ciento de casos en lugares donde no se usa el cubrebocas.
Esta teoría no apunta a evitar contagios de Covid 19, sino a propiciarlos de manera controlada y con consecuencias mucho menos graves que en una infección de carga viral alta y que los contagios de condiciones asintomáticos sean más comunes, generando inmunidad a falta de una vacuna eficiente.
Estudios anteriores relacionados con otros virus respiratorios revelan que el uso de mascarillas también puede proteger al portador de la infección, al impedir que las partículas virales entren en la nariz y la boca.