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CIUDAD DE MÉXICO, 13 de diciembre de 2020. — El ciclo luz-oscuridad acelera el aumento de peso corporal y acorta el tiempo de estancia hospitalaria en bebés prematuros, revela un estudio en el que participó Manuel Ángeles Castellanos, responsable del Laboratorio de Cronobiología Clínica y Experimental de la Facultad de Medicina de la UNAM.
De acuerdo con los datos de la investigación ‘A light/dark cycle in the NICU accelerates body weight gain and shortens time to dischange in pretern infants’, los ritmos circadianos son cambios físicos, mentales y conductuales que siguen un ciclo diario y responden principalmente a la luz-oscuridad en un ambiente; y se desarrollan desde la mitad de la gestación con un periodo de cerca de 24 horas, según detalla un comunicado.
“La interacción mamá-bebé con el medio ambiente se da indirectamente, de tal forma que cuando este sale del útero se enfrenta a muchos problemas adaptativos y uno de ellos es el ciclo de luz-obscuridad”, expresó Ángeles Castellanos.
Añadió que es importante entender que interactuamos con el medio ambiente a través de los sentidos; tenemos un proceso de reacción a nivel de la retina -por donde entra la información de luz al cerebro y al hipotálamo, donde se localiza el reloj biológico- que nos indica que ya es de día, de tal manera que mediante estas señales organizamos fisiológicamente a nuestro organismo.
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