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CANCÚN, QRoo, 1 de noviembre de 2020.- La crisis económica por el Covid 19 no fue impedimento para que las familias cancunenses preservaran la tradición de degustar el tradicional mucbipollo o pibipollo o pib -como se le dice coloquialmente-, un platillo delicioso y ancestral de la Península de Yucatán.
Es elaborado sobre una cama de masa de maíz rellena de carne de pollo y cerdo, achiote, epazote, tomate, cebolla, espelón, chile habanero y atole salado o K’ool, envuelto en hojas de plátano, este tamal es parte esencial de la celebración del Hanal Pixán.
Su nombre es resultado de su sistema de cocción: es mucbipollo cuando se entierra y pibipollo cuando se hace en horno de leña, aunque su sabor y consistencia es prácticamente la misma, pues es cocinado lentamente durante un par de horas.
Como desde hace una década, María Natividad Sanguino, quien heredó la tradición familiar de elaborar este platillo de su madre y de su abuela, cuya familia hornea desde hace más de 100 años los mucbipollos en Valladolid y Tizimín, Yucatán, se encarga de elaborar este platillo artesanal en Cancún.
La tarea inicia desde un día antes con las compras y preparación de todos los ingredientes, incluyendo el atole salado, la masa y cocimiento de la carne, dejando para el mero día el armado y horneado, que tarda en promedio 90 minutos, cuyo proceso artesanal permite mantener el tradicional sabor.
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