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MÉRIDA, Yuc., 14 de octubre de 2023.- Doña Luisa Ojeda es enfermera de profesión, pero costurera por convicción, su amor por la aguja y el hilo nació desde adolescente, pero no fue hasta ya pasados los treintena de años que pudo dedicarse a eso de lleno.
“Siempre me gustó hacerles ropa a mis muñecas y yo soñaba con hacerme ropa, me hubiera gustado estudiar modas o algo así pero no se podía, estudié enfermería, también me gustaba mucho, y era más fácil encontrar trabajo”.
Por muchos años se dedicó a la enfermería, pero a los 30 años ingresó a un curso de corte y confección, su habilidad para la costura se veía reflejada en las prendas que hacía para ellas y miembros de la familia, poco a poco esto le fue ganando una buena fama y otras personas le hacían encargos, hasta que un día decidió que se dedicaría a eso.
“Fue difícil porque era dejar un trabajo seguro, pero mi esposo me dijo: si es tu sueño, yo te apoyo y todo saldrá bien, la verdad me iba muy bien, tenía mucho trabajo, tomaba cursos, me especializaba, mis acabados cada vez eran mejores, más finos, y hacía cosas mucho muy elaboradas”.
Pese a esto, doña Luisa señala que ha habido un cambio muy significativo en el oficio, pues la gente cada vez menos solicita una prenda, o repararlas.
“Eso que llaman ahora fast fashion si nos ha afectado, la gente prefiere comprarse algo nuevo antes que reparar una prenda o mandarla a hacer, yo he visto prendas de Zara y marcas de esas en más de 1000 pesos con tela de 90 pesos el metro y que yo perfectamente puedo hacerlas más barata y de mejor calidad, porque también cuentan los acabados”.
Del mismo modo señala que hacer los uniformes eran una buena opción y que ahora también eso ha quedado de lado pues venden las faldas y pantalones de uniforme hasta en 70 pesos.
“Ahora en cualquier tienda ves las falditas de uniforme, la diferencia es la tela, la calidad, entiendo que es más barato, pero a la larga sale más caro porque no duran mucho y hay que comprar de nuevo”.
Para finalizar señala que, aunque cada vez se cierra el mercado, ella seguirá haciendo costuras porque le gusta, aunque sea solo para ella y su familia porque eso la hace feliz.