Le cantará Eugenia León a Yucatán
MÉRIDA, Yuc., 11 de marzo de 2024.- “Esos viajes a la FILEY eran el deleite de mi madre, fuimos muy felices ahí, me emociona mucho que este espacio se fortalezca cada vez más”, fueron las palabras de Laura Emilia, mediante un correo electrónico, para agradecer el reconocimiento póstumo a su madre, la periodista Cristina Pacheco, que se denominó “El sentido responsable de la vida”.
En el marco de la XII Edición de la Feria Internacional de la Lectura (FILEY) 2024, la directora de UC-Mexicanistas, Sara Poot Herrera, dio lectura a esta carta que también reveló que la hija de la homenajeada resaltó el cariño que la FILEY le tenía a sus padres.
Recordó que Cristina Pacheco estuvo presente en la Feria desde la entrega del Premio Excelencia en las Letras a su esposo José Emilio Pacheco, galardón que ahora lleva su nombre, y tras su fallecimiento, con gran entereza ella estuvo aquí en cada edición.
Su vasta obra, continuó, convierte a la conductora del Canal Once en un gran caleidoscopio cultural, ya que “las historias que contó van armando un mapa de los afectos, de la gente que se nos ha ido, de la que permanece, de la que nadie ve, en ella tenemos un gran legado.
Al hacer uso de la palabra, la escritora Carmen Boullosa señaló que la homenajeada dedicó su trayectoria a dignificar a las personas y que fue justamente su forma de contar historias la razón por la cual, en 2010, la Unesco decidió nombrar su programa “Aquí nos tocó vivir” como una Memoria de la vida de la Ciudad de México y de otras regiones del país.
En su turno, el Doctor en Letras Roberto Domínguez Cáceres señaló que las narraciones de la también escritora venían de las historias de la gente, borrándose ella misma y sin darse crédito para hacer a cada uno de sus entrevistados el verdadero protagonista.
“Ella mencionaba que la vida es tolerable si uno la cuenta. En algunas entrevistas señaló que había que contar lo que a uno le pasa porque en México son 120 millones de habitantes y alguien debía recoger esas historias. Ella con sus programas se convirtió en una seña particular de la Ciudad de México”, explicó.
Finalmente, la profesora investigadora de la Facultad de Antropología de la UADY, María Dolores Almazán Ramón, indicó que la generosidad, perseverancia, empatía, rigor y respeto enmarcó la obra de la homenajeada, porque partiendo de esos valores y su libertad de elección se abrió camino en el periodismo desde muy joven y hasta sus últimas semanas de vida.
Añadió que tuvo claro el propósito de trabajar por la dignificación de la persona humana, el sentido de su existencia, acompañada de cualidades como el talento para leer, escribir, conversar y sobre todo escuchar.