
Tras horror de Padilla, Coco y Pumas asusta
GUADALAJARA, Jal., 3 de abril de 2020.- Gracias a la pasión inculcada por su abuelo y la adopción que su madre tuvo hacia el boliche, es como Miriam Aseret Zetter Velazco se acercó por primera vez con esta disciplina, donde en varias oportunidades asistía en compañía de su figura materna a las distintas competencias y es ahí donde veía como ella no solo se divertía, sino que además obtenía su recompensa con viajes y fue eso lo que la inspiró a incursionar en el mundo de los bolos.
Fue en el bolerama Tapatío y siguiendo la tradición de su abuelo que a los cinco años ya soñaba con convertirse en una figura del deporte. Cómo las niñas inquietas y despiertas de esa edad, tomaba las bolas y las lanzaba con ambas manos hacia los pinos, en ese lugar que se convirtió en su segundo hogar. Hasta la fecha, en dicho inmueble se encuentra un espacio dedicado a sus hazañas, con trofeos e imágenes de su carrera.
Sus ídolos
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