Clavadista Randal Willars se fortalece con miras al ciclo olímpico
GUADALAJARA, Jal., 22 de abril 2020.- El calendario marcaba el 22 de abril de 1951, fecha histórica e inmaculada en la era del Atlas, pues ese día, en el mítico Parque Oblatos, los Rojinegros se alzan campeones en la última jornada frente al acérrimo rival: el Guadalajara.
En la Perla Tapatía no se hablaba de otra cosa que no fuera el Clásico Tapatío y esperaban ansiosamente el duelo. Ya en el inmueble también conocido como Estadio Felipe Martínez Sandoval y previo al arranque del partido, los aficionados rojiblancos se burlaban de su oponente, al ingresar a la cancha una chiva rayada, la cual tenía como objeto el comer margaritas.
Comienza el juego y son las Chivas quienes se van con todo ante la meta del seleccionado nacional, Raúl Inglés Córdoba, quien soporta estoicamente los embates de Tomás Balcazar y compañía. Después de un férreo primer tiempo, se van al descanso con empate a cero. En la parte complementaria, a los 55´, Rafael Rafles Orozco comete una mano dentro del área por lo que el nazareno, el Cuate Salceda, decreta el penal, armándose la bronca por tan polémica decisión, lo cual mantuvo detenido el encuentro durante siete minutos.
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