Llega Uber Flash Ahorro a Mérida
MÉRIDA, Yuc., 13 de agosto de 2020.- Solamente el 2 por ciento de los restaurantes botaneros de la capital yucateca, logrará superar la extensión de la Ley Seca hasta el 17 de septiembre, por lo que estos establecimientos comenzarán a cerrar sus puertas de manera definitiva, poniendo en riesgo el empleo y el ingreso de miles de yucatecos, advirtió en entrevista con Quadratín, el restaurantero Edgar Miranda Morales.
“Nada más aguantarán los que hayan guardado su capital, muchos han preferido cerrar y esperar a que pase todo esto, para guardar sus ahorros y volver a abrir cuando ya se pueda, pero mientras los empleados se quedan sin trabajo”, dijo el empresario.
El dueño de El Mesón Yucateco, ubicado al oriente de Mérida, añadió que ante las nuevas medidas implementadas por el gobierno estatal, los empresarios han tenido que optar por otras alternativas para generar ingresos y evitar el cierre definitivo de sus empresas.
“En el mío estamos luchando con todas nuestras fuerzas para mantenerlo abierto, ahora ya implementamos los desayunos, las comidas del día a precios económicos, reducimos el personal a tres personas, los 22 empleados que venían antes ya buscaron otro trabajo porque aquí ya no salía ni para sus camiones”, manifestó.
Miranda Morales dijo que tan solo en la capital yucateca, son aproximadamente 200 restaurantes botaneros medianos y grandes, de los cuales dependen entre 15 y 40 personas, según el tamaño del establecimiento.
Reprochó que después de casi tres meses de mantener sus puertas cerradas, el gobierno estatal obligó a los restauranteros a registrarse a través de un trámite en línea para su reapertura y fijó protocolos que exigían la adquisición de cubrebocas, caretas, guantes, tapetes sanitizantes, pistolas para medir la temperatura, además de reducir el aforo de sus comedores.
“Se hizo un gasto aproximado en cada restaurante de 3 mil a 5 mil pesos, según el tamaño del negocio, pero como ya habíamos estado sin trabajar tres meses, muchos no tenemos capital, así que con todo nuestro esfuerzo compramos esos sistemas de prevención, pero resulta que dos semanas después ponen de nuevo la ley seca, esto es el acabose para el 98 por ciento de los negocios”.
El restaurantero lamentó que el gobierno estatal haya hecho caso omiso, al llamado que un grupo de empresarios hizo el pasado 23 de julio, para pedir que este rubro permanezca exento de la Ley Seca, con el fin de garantizar el empleo de meseros, garroteros, baristas y cocineros.
“Habíamos dicho que estábamos a punto de irnos a la quiebra y así es, ya pasó casi un mes y no tuvimos respuesta de nadie, ningún acercamiento del gobierno, nos ignoró”.
Explicó que debido a la falta de apoyo, se ha visto el cierre de establecimientos en el centro histórico y en zonas turísticas, ya que la renta de los locales es muy alta y las ganancias no son suficientes para cubrir los pagos.
“Me imagino que son más afectados los restaurantes de Santa Lucía y los de Paseo de Montejo, ellos tienen más difícil su situación porque su renta es excesivamente elevada, por eso algunos ya cerraron y la gente se quedó sin empleo y sin dinero”.
A lo anterior, se suman los pagos de prestaciones, servicios del gobierno estatal y federal, así como los servicios de agua, energía eléctrica, internet, entre otros.
“Yo ya tengo una orden de embargo, vinieron los inspectores con su orden donde me dijeron que iba a tener que pagar gastos de ejecución, gastos de transporte para embargar las cosas, por no cumplir pagos de marzo, abril, mayo, junio y julio, pero no solo yo estoy pasando por esta situación”.
Miranda Morales enfatizó en que la “terrible situación” se extenderá cuando menos hasta finales del año, pero a pesar de estar en la quiebra, los restauranteros deberán acatar las órdenes del gobierno, porque de incumplirlas se harán acreedores de multas que rebasan los 100 mil pesos.
“El 98 por ciento ya está en quiebra, los empresarios restauranteros ya estamos acabados, son muy poquitos los que podrán sostener su negocio (…) Vila ya tomó la alternativa de extender la Ley Seca un mes más, entonces la gente ya está triste y depresiva, porque ya no aguantan, todo esto es un martirio, no hay trabajo, se cierra desde temprano y la economía no fluye”, finalizó.