Esperan aumento en la venta de pescado por Cuaresma

MÉRIDA, Yuc., 22 de febrero de 2023.- Debido a que ya no hay restricciones por el Covid 19 y ante el inicio de la Cuaresma, pescaderías del Mercado Lucas de Gálvez señalaron que para esta temporada prevén un incremento en sus ganancias de hasta un 30 por ciento y para el Viacrucis el aumento puede ser de hasta 80 por ciento. 

Josué Acosta Caamal, encargado de la pescadería Costa Azul, recordó que hoy inició la Cuaresma con el Miércoles de Ceniza, motivo por el cual esperan que sus ventas vayan para arriba, sobre todo porque la gente puede encontrar buen producto, buen surtido y a un buen precio si se considera que es traído directamente del mar. 

Para ser el primer día de esta temporada, comentó que la gente se estaba llevando filetes de pescado, cazón y cabecitas “En esta Cuaresma se vende de todo, ahora empezamos con filetes, fines de semana con los mariscos y ya para la última semana los pescados enteros”, mencionó el encargado de este negocio local. 

El entrevistado señaló que, ante las buenas expectativas que hay, prevén un incremento de hasta 40 por ciento en sus ventas y, respecto a los precios, dijo que los filetes chicos se venden en 120 mientras que los grandes en 140, aunque aclaró que los precios pueden variar dependiendo la especie.  

Javier Caamal, de la pescadería Sosa, mencionó que la gente interesada puede encontrar en el Mercado Lucas de Gálvez producto fresco, aunado a que, especialmente él, está ofreciendo producto poco común de la región, como es el pejelagarto, almeja chocolate, chivita, así como el caracol y la jaiba. 

“Primeramente Dios lo permita la gente se acerque a comerse un pescado obviamente acá en el mercado tenemos puro pescado fresco. Ahorita está empezando la Cuaresma y las ventas son normales. Como no hay restricción, vendemos un poquito más de lo anormal que vendíamos”, comentó el entrevistado. 

Agregó que los días donde las ventas se pueden disparar hasta un 80 por ciento son el jueves y viernes santo, así como el sábado de gloria, aunado a que, para que no haya pretexto de la clientela, al menos en su puesto se puede pagar con moneda fraccionaria y tarjetas de crédito y débito, para quienes no manejan efectivo.