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MÉRIDA, Yuc., 26 de enero de 2021.- En el marco del Día Mundial de la Educación Ambiental, la presidenta de la organización Hunab Proyecto de Vida, Maritza Morales Casanova, realizó un llamado a las autoridades a dejar “de perder el tiempo” para lograr un cambio en la materia, a través del impulso de proyectos creados por la sociedad civil, que realmente impactan al cambio climático.
“Dejen de perder el tiempo, que dejen de cerrar los ojos ante resultados muy concretos de sociedad civil, que están demostrando que son exitosos, que de verdad están dando resultados con recursos tan limitados, como los que tenemos”.
Reprochó que para fechas como el Día de la Tierra, de los Humedales o el que se celebra este 26 de enero, sean los institutos gubernamentales y las grandes empresas, quienes se atribuyen los créditos de las acciones realizadas, debido a que son quienes tienen el capital para hacer la propaganda.
Mientras tanto, los verdaderos actores en torno a la educación ambiental, son invisibilizados durante estas celebraciones: “es molesto que los que de verdad deberían tener voz, no la tienen (…) si de verdad hicieran alianza, el resultado a nuestra sociedad sería multiplicado”.
Morales Casanova recordó que a lo largo de sus 25 años, Hunab se ha convertido en un referente a nivel mundial, en cuanto a la formación de niñas, niños y adolescentes con intereses a favor del medio ambiente, captando el interés de grandes aliados como National Geographic y Scotiabank.
Destacó que en más de dos décadas, Hunab no ha defendido el reconocimiento del potencial de los pequeños emprendedores y su capacidad para convertirse en agentes de cambio, para revertir los efectos del cambio climático, conservar los conocimientos tradicionales del cultivo y reducir el impacto que causan los humanos en el planeta.
“Si nada más vemos los grandes anuncios en el sector gubernamental, en el sector privado, son mentiras, porque arman circos para decir que se está haciendo algo muy grande por la educación ambiental y es mentira, no existe, en nuestro país es una falacia”.
Indicó que en estas fechas, los políticos y otras notables personalidades recurren al “oportunismo” y al “vedetismo” de una sociedad amigable con el ambiente, que solo vienen a distraer el trabajo verdadero de las pocas instituciones, grupos y personas, que de verdad se esfuerzan por transmitir estos valores de conservación ambiental.
“Si quisiéramos compararlo con el día de la madre, tal vez las llenamos de regalos, les llevamos pasteles, pero ahí le dejamos los platos para que lave y al día siguiente ya ni nos acordamos. Lo mismo pasa con la abuelita tierra, el 5 de junio que es el día del medio ambiente, el 2 de febrero que es el día de los humedales o el 26 de enero que es el día de la educación ambiental, son los días en los que andamos de presumidos con la foto para el facebook, pero es una celebración hueca”, lamentó la exploradora emergente de National Geographic.
En ese sentido, Morales Casanova manifestó que como sociedad “nos falta mucho por hacer” en cuanto a la educación ambiental, por lo que llamó a los encargados de formar a las nuevas generaciones, a aprender a transmitir los mensajes que la niñez necesita en torno al medio ambiente y “no la preocupación del adulto”.
“No podemos estarles sembrando el miedo a los niños, estamos siempre dando mensajes negativos de conservación, que el cambio climático va a destruir todo, que la contaminación, que el comercio ilegal de especies está acabando con las selvas, esos son mensajes adecuados para los adultos, tendríamos que entender lo alarmante que es la situación, pero a los niños no los tenemos que llenar de desesperanza, no es el argumento del cambio climático que hay que enseñarle a un niño de primaria”.
Finalmente, avergonzada de que existan pocos días al año en los que realmente se mira al medio ambiente como un tema relevante, la fundadora de la organización sin fines de lucro reiteró la importancia de incluir políticas que funcionen a favor del planeta en la agenda pública, así como apoyar a los proyectos surgidos de la sociedad, como Hunab lo ha hecho desde su fundación.