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MÉRIDA, Yuc, 19 de febrero de 2020.- Investigadores del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) estudian las ventajas de colorantes naturales producidos por la pitaya (fruto del cactus Stenocereus queretaroensis).
En comunicado de prensa, el CICY detalla que la pitaya tiene un “amplio rango de propiedades nutrimentales y físico-químicas, como su gran hidrosolubilidad, resistencia a la pérdida de color por calor, así como sus propiedades bioactivas como antioxidante y antiinflamatorio”.
Se trata de un proyecto de “ciencia básica, con respaldo del Conacyt”, dijo María de Lourdes Miranda Ham, investigadora de la Unidad de Bioquímica y Biología Molecular de Plantas del CICY, se estudiará la “biosíntesis de las betalaínas (pigmentos nitrogenados), producidas por los frutos de Stenocereus queretaroensis, también conocida como pitaya, muy diferente a la pitahaya que se conoce en Yucatán, pese que ambas pertenecen a la familia de cactáceas”.
“El proceso de obtener colorantes a partir de verduras o frutos es común desde los tiempos prehispánicos. Con ellos podían dar color a diferentes productos, como telas y comida; por ejemplo, la cochinita pibil en la que se utiliza el achiote como colorante”
Ma. de Lourdes Miranda Ham
Jorge Luis Araujo Sánchez, estudiante de posgrado en Bioquímica y Biología Molecular del CICY, explicó que las betalaínas son “metabolitos especializados, sintetizados por ciertas especies, pertenecientes al orden de las Caryophyllales, como el betabel, el nopal, el amaranto y la pitaya”.
Araujo Sánchez destacó la importancia del proyecto por el valor que tienen hoy en día los colorantes naturales en la industria alimentaria y farmacéutica, por encima de los colorantes sintéticos: “hace décadas el espectro de colorantes artificiales era muy amplio, se podían disponer de casi cualquier color; sin embargo, actualmente se han descubierto implicaciones negativas en la salud humana por su uso indiscriminado, relacionados al desarrollo de alergias o cáncer, es por este motivo que se fomenta el uso de fuentes naturales de color”.
Las betalaínas de la pitaya son “solubles al agua”, de modo que pueden ser empleadas en productos como pan, dulces y productos farmacéuticos.
La investigación está en su etapa inicial, se están “utilizando las herramientas modernas de la proteómica, la genómica y la transcriptómica para estudiar cada uno de los pasos de su biosíntesis”.