
León XIV: No puedes llamar padre a Dios si conservas un corazón cruel
MANHATTAN, Nueva York, EU, 27 de julio de 2025.- En pleno Manhattan, a orillas del río Hudson, hay un muelle que en verano se transforma. El Pier 76, conocido por sus vistas abiertas al atardecer, deja de ser solo un sitio de paso para convertirse en una pista de baile vibrante, donde la salsa une a locales y desconocidos en un mismo compás; en el centro de esta fiesta está Talía Castro Pozo, peruana, bailarina y alma de Sunset Salsa, uno de los eventos más esperados del verano neoyorquino, donde la danza se convierte en un verdadero acto de comunidad.
Talía comenzó a bailar a los tres años en Lima, y a los 14 ya era solista del Ballet Nacional del Perú. Más adelante llegó a Nueva York para continuar su formación en el School of American Ballet, donde amplió su repertorio con contemporáneo, jazz, ballroom y latin dance. Lo que un día fue técnica y disciplina sobre un escenario clásico, hoy se traduce en energía compartida en plazas, parques y muelles, donde cientos de personas siguen sus pasos cada semana.
Durante los últimos años, su trabajo ha crecido de manera orgánica, sumando nuevos espacios, estilos y comunidades. Sunset Salsa, Latin Mondays, Midtown Dance y otras iniciativas se consolidaron como puntos de encuentro para bailarines aficionados y curiosos por igual. Pero en ese camino también ha enfrentado retos importantes, como la pandemia, que puso en pausa los espacios colectivos y transformó la forma en que las personas se relacionaban.
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