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La catedral del vino rosado de México está en Mérida
MÉRIDA, Yuc., 9 de abril de 2022.- Con esperanza, pero sin mucha confianza, esperan los comerciantes de mariscos y pescado frito y crudo del mercado Lucas de Gálvez la llegada de la Semana Santa, pues, aunque tienen expectativas de duplicar sus ventas, dijeron que ya no es como antes, por lo que es mejor no anticiparse.
En un recorrido realizado por Quadratín, los oferentes de productos del mar, contaron que la cuaresma era por lo general una temporada que traía respiro en sus bolsillos, pero desde la pandemia, su industria aún no se ha podido recuperar del todo por la poca concurrencia de clientes.
Carlos Gaspar García, propietario del establecimiento La Sirena, contó que pese al panorama incierto, si aspiran a tener un 60 por ciento de incremento en sus ventas, empezando desde el miércoles 13 de abril.
“Durante la semana mayor, que ya estamos por iniciarla, tenemos la esperanza que sea donde nos repongamos todos. Sabemos que es difícil en estos tiempos que el volumen económico aumente, pero al menos si trataremos de cumplir con las expectativas del público, que esperamos tenga una buena demanda a partir del miércoles”.
Don Manuel Aguilar, comerciante de pescado frito y dueño de La Tintorera señaló que el movimiento ha estado lento y muy bajo, con ingresos muy reducidos, a su parecer porque la gente ya no llega al mercado y por la competencia desleal.
Al preguntarle sobre sus expectativas de venta para la Semana Santa dijo que no sabe, “te podemos decir que sí -mejorará- pero no sabemos, si todos los demás días han estado fríos, vamos a ver cómo va a reaccionar la gente. Antes se vendía, se hacia hasta cola, venías con gusto a trabajar, pero, ahorita no hay nada”.
Por su parte María Teresa Tzec y Miriam Castillo, de coctelería Rubens y Estafani respectivamente, dijeron que los días de mayor movimiento son los fines de semana, como hoy, donde se pudo observar sus locales con un buen número de comensales.
En su caso, la señora Castillo, conserva la esperanza de que sus ventas serán buenas, y rebasarán un 50 por ciento más. Contó que el cambio de semáforo epidemiológico a verde, le da más confianza a los clientes de acercarse y comer en el lugar.
Asimismo, dijo, será un mayor número de gente que vaya a las playas, igual eso nos ayuda porque primero pasan aquí por su marisco y ya luego se van al mar.
En los comerciantes, resulta evidente la inquietud por saber qué les depara este año la Semana Santa, mientras sus repisas y mesas, permanecen llenas de productos frescos listos para ser llevados a casa