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MÉRIDA, Yuc., 10 de julio de 2025 – Dos aves que fueron entregadas por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) al Proyecto Santa María evidenciaron una práctica alarmante en el estado: la decoloración artificial de plumas para hacer pasar especies locales como loros cabeza amarilla y venderlos a un precio más alto en el mercado ilegal.
José Pierre Medina, representante legal del proyecto, informó que este tipo de modificación suele ocurrir en entidades como Ciudad de México o Chiapas, pero no se había detectado en Yucatán, y mucho menos con especies como el perico pecho sucio, un loro típico del estado.
Las aves rescatadas, entre ellas “Limón”, presentaban signos visibles de haber sido manipuladas con químicos como peróxido. Esta sustancia puede provocar quemaduras en los ojos y daños irreversibles en la vista, según explicó Medina.
“En algunos casos, los loros llegan ciegos o con secuelas que afectan su comportamiento y salud general”, señaló.
Además del daño físico, ambas aves presentaban afectaciones de conducta. “Limón” mostraba altos niveles de ansiedad, conductas autolesivas y temor extremo al contacto humano. Sin embargo, con atención y convivencia con otras aves, ha comenzado a estabilizarse emocionalmente. La otra ave rescatada, conocida como Gomita, tenía una fractura en una de sus patas que no fue tratada a tiempo, pero ya se encuentra en recuperación.
Este tipo de prácticas responde a la alta demanda de especies como el loro cabeza amarilla (Amazona oratrix), clasificado en peligro de extinción según la NOM-059 de la Semarnat.
“Lo que hacen los traficantes es decolorar otras especies, como el Amazonas analista limón o el perico pecho sucio, para venderlas como si fueran cabezas amarillas”, explicó Medina.
Ante esta situación, el llamado del Proyecto Santa María a la ciudadanía es claro: no adquirir aves silvestres bajo ninguna circunstancia.
“No podemos darle consejos a la gente sobre cómo reconocer un loro modificado; el mensaje es simple: no los compren”, subrayó.
La comercialización de fauna silvestre está tipificada como delito federal, además de que perpetúa el sufrimiento y la extinción de especies que forman parte del equilibrio natural del país.
Las aves rescatadas actualmente se encuentran en proceso de rehabilitación física y emocional. Se espera que, con el paso del tiempo y la renovación natural de sus plumas, puedan recuperar su aspecto original y su calidad de vida.