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MÉRIDA, Yuc., 22 de febrero de 2021.- La Fundación Paseo de Montejo presentó un amparo contra el Instituto de Movilidad y Desarrollo Urbano Territorial (IMDUT) por no haberlos considerado en la planeación de la ciclovía, pese a que le solicitaron Aref Karam Espósitos una reunión.
En entrevista, Jorge Carrillo Sáenz, presidente de la fundación, aclaró que no están en desacuerdo con la construcción de este proyecto, sino contra el hecho de que no los hayan tomado en cuenta para que tuviera una mejor planeación.
“Cuando me enteré del proyecto le hablé a Aref Karam, que es quién lo desarrolla, le pregunté más detalles porque no estábamos enterados de nada. Independientemente si íbamos a salir beneficiados o afectados, valía la pena que tocara base con nosotros, conocemos la zona y tenemos experiencia en el desarrollo turístico y vehicular del lugar, pudimos haber aportado alguna sugerencia”.
Pese a que se comprometió a realizar la reunión y estipuló una fecha, detalló, ese mismo día canceló su asistencia y envío a un trabajador que no dio respuesta puntual a sus dudas.
Carrillo Sáenz indicó que otra parte de las molestias, es que de manera operativa, la ciclovía afecta a los hoteles, pues antes los autobuses – que descargan entre 30 y 40 maletas- se podían estacionar frente a los recintos y dejar las maletas en la acera, ahora podría ser perjudicial tanto para ciclistas como para turistas, pues el equipaje se deja en los arriates y en ocasiones de manera accidental caen sobre el área destinada a ciclistas.
Aunado a esto, se realizó el estudio de movilidad conforme al tránsito vehicular actual, en pandemia, aseguró que cuando esto cambie se tendrá un tráfico mucho mayor y se generarán embotellamientos.
Se adelantaron para evitar trámites
Según explicó el también presidente del Consejo Empresarial Turístico de Yucatán, la ciclopista se pudo construir en los andadores de Paseo de Montejo, sin embargo, para ello se requerían permisos del Instituto Nacional de Antropología r Historia.
“Debieron estar en la acera roja, no lo hicieron allá no porque no se vea bonito, sino porque habría que pedirle permiso al INAH y eso les iba a llevar tempo”.