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Buscan impulsar lengua maya con el Programa Mérida Wéetel
MÉRIDA, Yuc., 3 de abril.- La falta de mantenimiento en los parques no es una prioridad del Ayuntamiento de Mérida, por lo que no están en las condiciones necesarias para que los ciudadanos acudan de manera segura, prueba de ello es el joven que murió aplastado por la portería en la Juan Pablo II, lamentó el senador Jorge Carlos Ramírez Marín.
“Si no los ves como una prioridad, y si ves al deporte como entretenimiento o accesorio y no como el mejor vehículo para la transformación social, la seguridad, la paz dentro de las familias, si no le damos esta importancia a estos espacios, pasa lo que tristemente pasó”.
Indicó que no hay mantenimiento en los parques porque no está en la lista de prioridades del Ayuntamiento de Mérida y se deja a responsables de mucho menor rango, por eso la trágica muerte del menor ocurrida el domingo pasado demuestra que el responsable y la autoridad no estaba haciendo su trabajo.
“Y ahora hay una familia enlutada, es muy triste que por el hecho de ir a entretenerte y hacer ejercicio, tu familia termine en una situación como esta, me parece muy lamentable, muy triste, pero también con una muy alta responsabilidad de la autoridad”.
Desde hace mucho tiempo, dijo, la gente y los deportistas han señalado que los parques están en manos de personas que en algunos casos los vuelven casi de su propiedad, otros los dejan en total abandono y en la mayoría son una fuente de ingresos con el cobro de inscripciones, campeonatos y arbitrajes, entre otros.
“Y por es la autoridad simplemente se desentiende, esa portería no es cosa de nosotros, esa portería que se cayó y mató a una persona no es responsabilidad de nosotros, hay un encargado del parque, pero un encargado que tú aceptaste y una vigilancia que no ejerciste para ver que estuviera haciendo su trabajo, es muy triste”.
Ramírez Marín reiteró que Mérida desafortunadamente es una ciudad de contrastes, pues sin lugar a dudas el accidente del joven que murió no hubiera pasado en los parques o canchas de otra índole, privadas o escolares, porque ahí sí se preocupan porque estén en óptimas condiciones, que sean seguros para quienes juegan, pero cuando se trata de espacios para la gente con menos recursos o que no tienen la oportunidad de pertenecer a un club, la autoridad municipal no lo ve así.