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MÉRIDA, Yuc., 29 de noviembre de 2021 .- La nostalgia de saber que los ferrocarriles formaron parte importante de la historia del transporte en México, ha hecho que Pedro Pablo Garrido Cano, en conjunto con otros tres colegas, preserven la integridad de más de 10 vagones, locomotoras y cabuses en el Museo de los Ferrocarriles de Mérida.
Sin embargo, esta tarea no ha sido nada fácil, pues de acuerdo al trabajador, carecen de algún programa institucional que permita seguir conservando y manteniendo a este museo que se ha mantenido a base de donaciones.
“Necesitamos de alguien que nos dé una mano, ya sea al gobierno, el ayuntamiento o algún donativo, con que nos puedan apoyar con pintura, láminas, material que nos ayude a combatir el óxido que pica a las locomotoras, algo para rehabilitarlas, lo que sea que nos permita continuar con esta labor de mantener la memoria del ferrocarrilero viva en Mérida”, dijo para Quadratín.
Relató que fue en el año 2002 cuando este grupo de ferrocarrileros rescataron algunas máquinas de hierro y con ello constituyeron el Museo de los Ferrocarriles. Todo marchaba muy bien, pero fue en 2020 cuando se vieron en la necesidad de cerrar sus puertas por la pandemia del Covid 19, lo que ocasionó deterioros que deben reparar.
“A partir del Covid cerramos, entonces estamos rescatando porque es un patrimonio con mucho valor. Queremos comprar láminas y pinturas, y no nos pagan por esto porque nos gusta y bueno queremos recaudar fondos por eso vamos a empezar a ver quienes piden hacer eventos aquí, como la Feria del Taco”.
Para el trabajador de 62 años, es un orgullo continuar su labor de preservación de este emblemático lugar, en el que se resguarda a lo que dice llamar su vida.
“Es un cariño que le tenemos a todos estos vagones, nos gusta porque es nuestra vida. Desde que tenía 18 años me he dedicado a los ferrocarriles. Verlos inmóviles y en deterioro me da tristeza, pero sobre todo impotencia, porque por ejemplo, hay un vagón que tiene mucho valor para nosotros, es un vagón de madera en donde solo viajaban los gobernadores, pero ahora está todo podrido y ni siquiera podemos subirnos”.
Juan Celorio, Jorge Arzápalo y Roger Gómez, son los nombres de los otros ferrocarriles que junto con Garrido Cano hacen un llamado a las autoridades municipales y estatales para implementar algún programa que rescate este Museo de los Ferrocarriles de Mérida, lugar en el que se puede viajar al pasado y conocer las herramientas que se utilizaban en el siglo XX.