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MÉRIDA, Yuc., 11 de febrero de 2021.- De los más de 50 árboles que César Ramírez Ortega y otros vecinos del fraccionamiento Francisco de Montejo, habían plantado en un terreno aledaño al parque Paseo de los Henequenes, solamente uno logró sobrevivir a la tala realizada el pasado martes a manos de trabajadores al servicio del gobierno de Yucatán.
En entrevista con Quadratín, Ramírez Ortega recordó que a finales de 2020, después de que iniciaran las obras para la tercera etapa de construcción de dicho parque lineal, que estará ubicado al norponiente de Mérida, trabajadores con maquinaria pesada derribaron decenas de árboles para dar paso a un andador de concreto y una ciclovía de asfalto.
Después de lo ocurrido, el vecino solicitó una reunión con autoridades de la Comuna, que tardó cerca de 20 días en concretarse.
A la cita llegaron representantes del ayuntamiento de Mérida, del Instituto de Movilidad y Desarrollo Urbano Territorial (IMDUT), la Secretaría de Desarrollo Social y el Instituto para la Construcción y Conservación de la Obra Pública en Yucatán (INCCOPY), quienes lo acompañaron a realizar un recorrido, por las áreas verdes que a lo largo de 20 años, los vecinos han construido para transformar el entorno donde vivían.
“Hace 20 años esa parte era un basurero, donde había ratas, cucarachas, mosquitos y enfermedades, entonces yo no quería eso para mi, ni para mi familia, por eso limpie y para que esté más bonito y fresco sembré árboles”, relató sobre el terreno ubicado en la esquina de la calle 60 entre 61 y 59 de Francisco de Montejo II.
Después de la reunión, el ayuntamiento de Mérida se comprometió a no talar ningún árbol en la zona e incluso dijo, se encargaría de plantar 17 mil ejemplares más, para retribuir a los que se habían dañado durante las obras de construcción.
“Ellos se comprometieron y dijeron que efectivamente no iban a tirar ningún árbol más ¿Cómo es posible? ni dos meses después (…) empiezan a llegar lowboys, plataformas, grúas y empiezan a desgajar los árboles, como si quisieran barrer con todos los que ahí estaban, que están dentro de la propiedad del parque Paseo de los Henequenes”, lamentó Ramírez Ortega.
Entre los ejemplares derribados, explicó que habían cerca de 50 palmeras, de las cuales algunas se encuentran protegidas por la Norma 059 de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), además de otros árboles que tenían entre 15 y 17 metros de altura.
El vecino señaló que en el lugar, presuntamente se quiere ampliar la calle aledaña al Paseo de los Henequenes y dar paso a una banqueta, que se veía “obstaculizada” por los árboles:
“Ese terreno es tan chiquito que yo no me imagino qué es lo que pueden hacer”.
“Lo que a mi me extraña es que, ya después de que teníamos un acuerdo que estaba publicado y estaba hablado, no tengo por qué tirar 50 palmeras y mucho menos esos árboles gigantes, que la verdad no estorbaban”, añadió Ramírez Ortega.
Al recordar cómo se fueron a la basura 20 años de arduo trabajo y se dio un retroceso al cambio positivo que se había dado, el vecino se mostró decepcionado por el actuar de las autoridades, quienes “no cumplieron el compromiso” de respetar las áreas verdes de la zona.
“Estoy decepcionado, triste, no encuentro todavía las palabras para explicarte, sobre todo porque no te dicen, no te informan, lo poco que uno logra ver, adivinar y preguntar, pero te dicen que solo cumplen órdenes, aunque no sabes de quién”, concluyó.