Realizan primera sesión del Copladem
MÉRIDA, Yuc., 16 de junio de 2020 .- Uno de los efectos de la emergencia sanitaria por Covid 19 ha sido revelar las desigualdades en los trabajos de cuidado en el hogar. No obstante, el fenómeno del desempleo y la crisis económica produjeron un acercamiento entre padres e hijos, apuntaron expertos.
En vísperas de la celebración del Día del Padre, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) y la Revista del Consumidor explican que las nuevas paternidades están enfocadas en producir una transición de la figura paterna enfocada en la contribución económica y el ejercicio de autoridad a una igualdad de género que fomente el ejercicio de una paternidad responsable y en favor de los derechos humanos de la infancia.
Una de los avances en la perspectiva de género, ha hecho que el día de hoy haya más hombres, sobre todo los más jóvenes, dispuestos a asumir paternidades responsables. Ellos saben que la desigualdad de género solo se combate cuestionando los privilegios que tienen desde el momento de nacer; también, que las mujeres tienen los mismos derechos a buscar su desarrollo profesional y a conciliar éste con su vida familiar.
Antes de la pandemia, en México y según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) por cada diez horas de trabajo que las mujeres invertían en el mercado laboral y las actividades domésticas o de cuidados a los hijos, los hombres dedicaban solo ocho.
Las razones de esta desigualdad son muchas, no obstante, uno de los factores más evidentes es la inexistencia de paternidades responsables generalizadas en México: “Las paternidades responsables ocurren cuando, si es posible, mamá y papá educan juntos. Hay que dejar de ver al padre como complemento secundario a la formación y cuidado de hijas e hijos”, alertó el Consejo Nacional.
Por su parte y con el propósito de generar conciencia, la Comisión de Derechos Humanos reconoce y valora el tema de la paternidad responsable, el cual refiere a aquella que tienen los padres, en sentido cultural y no exclusivamente biológico, de cumplir con todos los goces y las responsabilidades en la crianza y educación de sus hijas e hijos.
“Si nuestra dinámica familiar como sociedad ha cambiado por el Coronavirus, también deben hacerlo nuestra educación y las leyes que nos permiten convivir”, apuntó CONAPRED.