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Mérida, Yuc., 21 de mayo de 2020.- Para el señor Manuel Martín, quien se volvió músico por azares de la vida, el Covid 19 lo ha dejado sin posibilidad de salir a la calle para trabajar en lo único que su discapacidad visual le permite.
“He tratado que no me gane el miedo por el Coronavirus, porque a veces daña mas lo psicológico que la verdadera enfermedad”, dijo en entrevista para Quadratín.
Manuel Martín Eleno Hernández de 50 años relató que, a los 13 años de edad, perdió la vista en un accidente dentro de su casa: “al bajar el escalón, caí y teníamos una nevera de refrescos porque teníamos un expendio de pan, entonces al caer se me clavó la punta de la nevera y me vació el ojo izquierdo por lo que me dañó la retina”.
A pesar de que en aquel momento su mamá lo llevó inmediatamente al hospital, el doctor que los atendió, le diagnosticó un daño irreversible, debido a que, en aquellos años no se contaba con los avances tecnológicos que existen hoy en día, refirió.
A partir de los 18 años con ayuda del sistema de lectura y escritura táctil incursionó en la música, por lo que se hizo gran amigo de un teclado, sin embargo, en las calles comenzó vendiendo boletos de rifa de casa en casa; después se empezó a subir a los camiones para pedir ayuda económica, pero en un momento dejó de hacerlo pues al transporte público le colocaron sensores.
“En los camiones salía de las nueve de la mañana hasta por ahí de las dos o tres de la tarde”
Antes de la pandemia, el señor Manuel Martín salía diario a tocar su teclado, aunque eso no significaba que se llevaba muchos “centavos” a su casa, ya que era variable la cantidad que recolectaba: “A veces me iba mejor en temporada de diciembre, pero ahorita que entró la Fase 3, pues ya dicen que es más peligroso salir a la calle”, apuntó.
Platicó que sus compositores favoritos son Richard Clayderman y Raul di Blasio; además de que le gusta escuchar cumba, sin embargo lo que ejecuta en las calles es un género religioso debido que su teclado no tiene ritmos sofisticados.
Remontándose a su juventud, detalló que terminó una carrera como técnico administrador de empresas, sin embargo solo fue para una “satisfacción propia” ya que las oportunidades que ofrecen las empresas para las personas no videntes, son pocas, por lo que opinó que ha visto un desafortunado trato excluyente: “Podría ser una discriminación o que las empresas no tienen el equipo necesario para que nosotros podamos trabajar ”, apuntó.
El músico yucateco, vive con su esposa Anita Silva, quien padece una degeneración macular, por lo que se está perdiendo la sin vista. Ambos llaman a las autoridades de Ayuntamiento, Gobierno del Estado y sociedad civil, para que sean beneficiados con apoyo alimentario o económico. Su dirección es calle 81 por 60 y 62, número 505, colonia Centro y si desea apoyarlos económicamente su cuenta es: 4766 8415 3014 9791 de citibanamex.