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MÉRIDA, Yuc., 19 de abril de 2020.- “Cuánta gente no quisiera estar en su casa haciendo cuarentena, pero el hambre te levanta, no es que no quiera, tengo que salir para ganar dinero, para pagar mis gastos, sé que no me los van a condonar” asegura Kenia, una de las tantas sexoservidoras a las que también les ha golpeado la emergencia sanitaria.
Hace poco más de un mes se detectó el primer caso de Covid 19 en Yucatán, desde entonces, autoridades estatales han implementado una serie de recomendaciones sanitarias desde el distanciamiento social –establecido desde la federación-, cierre temporal de algunos negocios, uso obligatorio de cubre bocas y por supuesto, reiterar la invitación a quedarse en casa.
Y es justamente esta última medida la que afecta directamente a quienes se dedican al sexo servicio, pues al salir, encuentran las calles vacías y las pocas personas que están no solicitan la compañía pues tienen miedo de contagiarse, por lo que se han quedado sin los 500 o mil pesos que podían conseguir a la semana.
“No hay entrada de dinero, así como yo, muchas compañeras no tienen los recursos ni los medios para seguir con su vida, pagar luz, agua, comida, renta, gastos básicos. Es entendible, la sociedad tiene temor de contratar nuestros servicios, así como lo tenemos nosotras de arriesgarnos por dinero” señaló.
Tanto ella, como Muñeca Aguilar y Salomé aseguran que esta situación es algo que no enfrentan por gusto y es que el sexo servicio es el trabajo que ellas desempeñan y que les ha ayudado a salir adelante, por ahora han logrado subsistir con lo que tenían ahorrado, pero como todo se va a acabando y la situación está empeorando.
En el caso de Salome, su familia la ha apoyado y es que sus hermanitos le pidieron que no se expusiera en las calles, sobre todo porque su mamá padeció cáncer, además de que tienen menores de edad en su domicilio.
“Nosotros debemos de tratar de ver cómo sobrevivir y salir adelante con esta pandemia, porque si nos afecta, por ahora hemos hecho otras cosas, cortar el cabello, hacer manicura, cosas que sabemos, pero aun así no es suficiente”, explicó Salomé.
Muñeca Aguilar, en su caso, se dedica a los servicios mediante páginas de internet, dice, desde que inició la contingencia solamente ha tenido un cliente de ahí saco un poco para cubrir gastos, por ahora no contempla publicitar sus servicios puesto que también tiene miedo de contraer la enfermedad, sobre todo porque vive con su madre, quien padece cáncer.
Recalcó que tanto ella como sus compañeras no se dedican al trabajo sexual por gusto, sino por necesidad y dijo:
“No está fácil la cosa para nosotras, necesitamos que el grupo sea visible, si lo están pasando difícil las personas que tienen un trabajo normal, nosotros que vivimos al día estamos peor”.
Como ellas, otras tantas sexo servidoras están sufriendo los estragos de la continencia, incluso algunas se han quedado sin un techo donde dormir, pues sus caseros les pidieron entregar el lugar si no tenían para pagar una renta, por ello recalcan la necesidad de que este sector sea visibilizado y les puedan ayudar.
Las tres aseguran que, como ellas, otras amigas quisieran poder quedarse en casa y no arriesgar su integridad ni su salud, sin embargo, recalcan que no habrá nadie más que les dé dinero o lleve pan a su mesa si ellas no salen a buscarlo.
Pese a la solicitud de las autoridades, a ellas no les queda otra opción más que seguir intentando conseguir algún servicio, aunque salan y “las calles parezcan un cementerio”, pues lo único que ven es a los policías pidiendo a la población que permanezca en sus hogares.
“No crean que la vida que nosotros hemos llevado es fácil, hemos sido rechazadas desde nuestras familias, la sociedad, las instituciones y el mismo gobierno, es momento que hagan valer nuestros derechos como seres humanos, que sean empáticos, no le hacemos daño a nadie”.
Por ello, reiteran la petición a la población para que participe en la colecta de alimentos y despensas que realizan, lo recaudado será entregado a los sectores más vulnerables como personas con discapacidad, adultos mayores, y comunidad LGBT, para más información se pueden comunicar al 999 909 3999 con Muñeca Aguilar.